Vitoria subirá las basuras de 56 a 104 euros con las rebajas fiscales aún sin definir
El Consistorio confía en fijar los descuentos por reciclaje para 2025, pero antes debe vincular la tarjeta ciudadana a cada vivienda
La exponencial subida que tendrá la tasa de basuras de Vitoria en 2025 será de unos 48 euros de media por familia. Pasará de los ... 56,76 euros que cuesta en la actualidad para las viviendas de menos de 120 metros cuadrados a unos «104 euros». Estas son las cuentas que echó este miércoles el concejal de Hacienda, Jon Armentia (PSE). Es decir, la subida rondará el 85% respecto al recibo actual, como adelantó EL CORREO el pasado noviembre. Este abrupto incremento responde a la obligación de que el pago de la tasa cubra la totalidad del coste del servicio, como recoge la nueva ley de residuos. Se trata de una norma que tendrán que afrontar todos los municipios españoles, aunque en el caso de Vitoria será de golpe por la falta de avances de los últimos años.
Pero de la misma forma que la subida obligatoria está ya confirmada, lo que todavía no se ha definido en la sede de plaza de España son las bonificaciones que planteará esta tasa para reducir la carga fiscal en función del volumen de reciclaje orgánico. Para determinar estas rebajas faltan todavía varios pasos necesarios y un tanto espinosos de aplicar, al estar de por medio los datos personales de los ciudadanos. Sin embargo, el Gabinete Etxebarria confía en que tanto la subida de la tasa como los descuentos estén «listos para 2025».
Al menos, ese es el «objetivo» del área de Hacienda para evitar un encarecimiento del servicio sin una compensación. La previsión del gobierno local es incluir algunas bonificaciones en función de la renta. «No es lo mismo una persona mayor con pensión que recicla en el Casco Viejo que otra persona en Uleta», subrayó Armentia, aunque no dio más detalles.
La cuestión de fondo es que Vitoria se encuentra todavía muy lejos de pagar todo el coste del servicio a través del abono de la tasa municipal. En la actualidad, el tributo apenas cubre el 60% de esta cuantía, que corresponde a uno de los gastos más elevados de la capital alavesa. Cabe recordar que el contrato de limpieza y recogida de residuos por sí solo cuesta alrededor de 25 millones de euros anuales. El Consistorio, por tanto, aplicará un importante incremento en la cuota anual de la ciudadanía para alcanzar ese 100% del desembolso. Pero también debe crear bonificaciones. Y aquí apenas se han producido avances.
El desigual desfase entre ciudades explica las actuales diferencias en sus tributos. Por ejemplo, el recibo medio de San Sebastián ronda ya los 200 euros, mientras que en Bilbao la cifra se acerca a los 70 euros, de acuerdo con un reciente estudio de la OCU. A partir de esa cuantía deberá fijarse la subida para cubrir el coste total de la recogida de residuos. En el caso de la capital vizcaína, el Ayuntamiento ha optado por fijar un «limitador» del 10% anual a la subida de esta tasa. En Vitoria, mientras tanto, está por ver cómo se ejecutará la medida. Eso sí, cabe recordar que el incremento está calculado en base a una vivienda de menos de 120 metros cuadrados (la mayoría), que asciende de 56 euros a 83 en domicilios de hasta 200 metros.
Con la tarjeta municipal
Lo que sí se sabe hoy es que la fórmula para aplicar estos descuentos será a través de la tarjeta municipal ciudadana (TMC, la misma que se utiliza para entrar a las piscinas), con la que se abre el contenedor orgánico. De hecho, la instalación de los chips electrónicos arrancó en 2022 precisamente con este objetivo. Hoy sirven para contabilizar el número de veces que el contenedor se abre con tarjeta para realizar una estimación de cuántos vecinos reciclan el orgánico. Sin embargo, todavía no se pueden vincular esas aperturas con tarjetas concretas y menos con vecinos o viviendas por la protección de datos personales.
La solución que plantea Vitoria pasa por que el departamento de Hacienda redacte una nueva ordenanza de recogida de residuos para bajar al detalle la norma. El siguiente paso será otorgar un código a cada tarjeta ciudadana y, después, el Ayuntamiento de Vitoria pedirá el «consentimiento expreso» a cada ciudadano para que pueda acceder al código que le corresponde y vincularlo a su residencia.
De esta forma, el Consistorio podrá determinar el número de veces que un vecino ha abierto el contenedor de orgánico y aplicar después la bonificación correspondiente. Pese a tratarse de un largo recorrido administrativo a realizar en apenas medio año, con agosto de por medio, el equipo de gobierno (PSE-PNV) confía en tener esta herramienta preparada para el próximo año, cuando se producirá la subida efectiva de la tasa.
«Hachazo fiscal» según el PP
«Recogido el consentimiento expreso de la ciudadanía, se podrá vincular un código y asociarlo a una vivienda concreta para bonificar a partir de 2025», explicó el concejal de Hacienda. El edil del PP Iñaki García Calvo, por su lado, calificó la subida de «hachazo fiscal y basurazo», y criticó que todavía no estén definidas las posibles ventajas fiscales. «Llegamos al límite legal de tiempo y todavía no tenemos respuesta sobre las bonificaciones; lo único cierto es que vamos a tener una subida en la tasa de basuras», resaltó el concejal del grupo popular.
Armentia, por su lado, le reprochó que no apoyara la propuesta fiscal para este 2024, que habría aplicado una subida del 10% en la tasa y «habría permitido concretar las bonificaciones para el próximo año». Los impuestos y tasas de este ejercicio quedaron congelados por falta de acuerdo político.
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