El vitoriano que hizo segura la aviación
Una nueva biografía de Heraclio Alfaro reúne 600 fotos de su vida, desde sus inicios como piloto hasta su trabajo en el MIT de Massachusetts
Judith Romero
Domingo, 23 de agosto 2020, 03:12
Jesús Sagastuy es ingeniero aeronáutico y piloto de avionetas en el aeroclub Heraclio Alfaro. Cuando cayó en sus manos la biografía de aquel pionero escrita por José Luis Sáenz de Ugarte en 1993, supo que tenía que ampliar sus contenidos. «La familia donó cajas y cajas de material al archivo del Ejército del Aire en Villaviciosa de Odón y quería saber más sobre la vida de este vitoriano clave cuya historia sigue siendo muy desconocida», señala Sagastuy.
El resultado de su trabajo lleva la firma conjunta con Sáez de Ugarte y se titula 'Heraclio Alfaro Fournier, biografía de un vitoriano pionero de la aviación', libro editado por la Diputación que ya está disponible en librerías como Elkar o Ayala y reúne 600 fotos de su vida. Nieto del fabricante de naipes Heraclio Fournier, Heraclio Alfaro nació en 1893 y pronto pidió dinero para fabricar un planeador con el que volar desde el 'monte de la tortilla', en Mendizabala. En 1911 partió a Francia para convertirse en piloto en Mourmelon Le Grand. «En aquel momento algo así era una chaladura. Tremendamente caro y peligroso, con una tasa de mortalidad enorme. Pero su familia era muy innovadora», señala Sagastuy.
En los años 10, en Vitoria, a Alfaro le faltaban recursos para conocer más sobre la aviación. Fabricó algunos aeroplanos en Barcelona, dio clases de pilotaje en Getafe y colaboró con Léonce Garnier, impulsor de la primera escuela de pilotos civiles de España en Lakua en 1913. «Eran años convulsos. En 1918, una de las hermanas de Alfaro murió muy joven por una enfermedad. Llegó la gripe española y vio cómo sus amigos franceses partían a la Primera Guerra Mundial», enumera Sagastuy, apasionado de la historia. Heraclio Alfaro llegó a Estados Unidos en 1920 y desarrolló allí la mayor parte de su carrera profesional. «En parte es por ello que ha caído en el olvido en España», subrayan los autores de su última biografía.
Alfaro partió a América para trabajar y aprender más sobre su pasión. También participó en carreras de aviones o exhibiciones. «Es posible que fuera el primer ingeniero aeronáutico de España porque aquí la carrera no se desarrolló hasta más tarde, no existía esa capacidad de formación», indica Sagastuy, quien tiene en su poder incluso los boletines de las notas que obtuvo en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Conoció a avanzados a su época como el piloto militar James H. Doolittle y la aviadora Amelia Earhart. «Alfaro fue amigo suyo y también compartió cartas con el investigador Emilio Herrera», recuerda.
Aficionado a trabajar de forma individual y a desarrollar sus propios proyectos, no entró a formar parte de grandes empresas pero está detrás de algunos de los inventos que contribuyeron a hacer que la aviación de hoy en día sea mucho más segura. Algunas de sus mayores aportaciones están relacionadas con los 'flaps', los componentes de las alas que ayudan a reducir la velocidad del avión para el despegue y el aterrizaje, el primer lanzador de rotor para autogiro, el motor de barril y las colas de los aviones. «Los primeros diseños de 'flaps' son suyos y se percató de que para que un avión sea estable la forma de la cola debe ir colocada al revés del ala, algo que no se hacía hasta 1914», indica Sagastuy.
El 10 de agosto
En 1942, Alfaro comenzó a manifestar síntomas de Parkinson. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial complicaron conseguir empleo en 1945, cuando su hermano lo trajo de vuelta a Vitoria. Durante un tiempo trabajó traduciendo manuales para Construcciones Aeronáuticas -hoy Airbus- en Madrid y también pasó un año en San Sebastián intentando reestablecer su salud. En agosto de 1953, el vitoriano Luis Serrano de Pablo, jefe de la aviación civil, le dedicó un gran homenaje en el que nace el actual Aeroclub Heraclio Alfaro. «En otras capitales de provincia los aeroclubes llevan el nombre de su ciudad, pero el de Vitoria nació así», destacan los dos amantes de la historia detrás de su autobiografía.
Falleció a los 68 años, el 10 de agosto de 1962, mientras se preparaba para asistir a la subida de Celedón. «Su historia sigue siendo desconocida incluso entre los amantes de la aviación. Queremos poner en valor a Heraclio Alfaro con un libro que se reedite y tenga una cierta continuidad», valoran Sáenz de Ugarte y Sagastuy.
El libro
'Heraclio Alfaro Fournier, biografía de un vitoriano pionero de la aviación'
Autores: José Luis Sáenz de Ugarte y Jesús Sagastuy.
Editorial: Diputación Foral de Álava.
Precio: 18 euros.
Disponible en librerías como Elkar o Ayala.