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Vitoria reivindica la diversidad sexual en una fiesta multicolor
Cientos de personas apoyan al colectivo LGTB+ en el 50 aniversario de los disturbios de Stonewall
Judith Romero
Viernes, 28 de junio 2019, 22:15
El 28 de junio es una fecha que nació del odio y se ha transformado en una jornada para reclamar la libertad de amar a ... las personas con independencia de su sexo u orientación sexual. El Día Internacional del Orgullo LGTB se dejó sentir este viernes en las calles de Vitoria, donde las pulseras y las banderas multicolores lucieron en muñecas y ventanas. El acto central, la gran manifestación que arrancó desde la plaza de la Virgen Blanca para finalizar en la plaza de los Fueros, reunió a cientos de personas que caminaron cantando un mismo lema: 'Transbollomarikak kalera!'.
María Arráez y Francisco López, un matrimonio llegado desde Granada, se sorprendió gratamente al encontrar esta celebración durante su visita turística. «Es estupendo que se defienda la libertad de las personas, sigue habiendo mucha discriminación cuando cada uno debe hacer con su cuerpo lo que quiera», señalaba la pareja. Los asistentes a la manifestación del Orgullo reivindicaron precisamente eso y pidieron a la sociedad que les apoyara para lograrlo al grito de «¡No nos mires, únete!».
Como ya es habitual en el Consistorio, sus diferentes grupos políticos suscribieron una declaración institucional en la que se comprometieron a «visibilizar las sexualidades, los géneros y los deseos diversos» y «combatir la discriminación, la estigmatización y la violencia contra las personas LGTBI». Entre quienes leyeron el comunicado se encontraban Miren Fernández de Landa, la nueva concejala de Igualdad y Diversidad, quien recordó que el Orgullo 2019 coincide con el 50 aniversario de los disturbios en el bar Stonewall de Nueva York, fecha a partir de la cual se creó un movimiento popular a favor de los derechos de este colectivo.
Los mayores, pioneros
«El Orgullo es libertad, evolución, reflexión e ilusión, luchar por los derechos de cada uno», explicaba Eva tras fotografiarse con su amiga Larraitz. «En estos momentos hay gente muy a favor de la diversidad sexual y también muy en contra, siempre hay quien se resiste al cambio», apuntaba Larraitz, quien celebraba que en Vitoria «las distintas orientaciones sexuales se aceptan más que en otras ciudades».
Sin embargo, la capital alavesa no es ajena al odio. La asociación Lumagorri detectó trece casos de agresiones y delitos de odio el año pasado, entre ellos amenazas de muerte. «No podemos tolerar ni un caso más», afirmó Erika Arbizu, portavoz de la Comisión antisida Sidálava.
El colectivo LGTBI+ quiso mirar al futuro pero también a su pasado, por lo que desde la comisión se unieron a la iniciativa nacional de homenajear a los veteranos. «Estamos aquí gracias a los pasos que dieron nuestros mayores LGTB+», recordaron los asistentes.
La clave
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40% es el porcentaje de población mundial que vive en países donde la libertad sexual está criminalizada. En un tercio de las naciones, pertenecer al colectivo LGTB+ supone un grave peligro.
Gotzon Gatón
«La sociedad sigue estigmatizando a los trans y los diferentes»
Escritor de profesión, resumió en un cartel lo que pide a la sociedad. «Libertad sexual sin barreras, igualdad para todos». «Tengo amigos transexuales y les apoyo siempre que puedo, hay que hacerlo porque sigue habiendo demasiados estigmas por ser diferente», pide Gotzon. Conocedor de las luchas de sus amistades, hace un llamamiento a respetar a todas las personas por igual. «Algunos empleadores no están dispuestos a contratar a transexuales, es una pena. Las cosas están cambiando pero queda un largo camino».
Samora Same
«Me acuerdo de mis paisanos, en Brasil siguen muy mal»
Samora no pudo posar más orgullosa con la bandera. «Para mí el 28-J es una victoria y una lucha. Soy brasileña y lo he pasado muy mal en mi país. Lo siento muchísimo por mis paisanos», confiesa sin poder evitar emocionarse. Esta artista vive en Vitoria desde hace diez años y afirma que el respeto que se vive en la ciudad le permite ser feliz. «Aquí se toman medidas contra el odio y colectivos como Sidálava nos ayudan mucho psicológicamente y con todo, que es lo que necesitamos. En Brasil matan a los diferentes», lamenta.
Leire de San Eusebio
«Me gusta el buen ambiente, que se visualice el colectivo»
A Leire se le iluminó la cara al ver el mural participativo de la Comisión antisida Sidálava. «A veces me pregunto si estas acciones ayudan al colectivo, pero si ellos lo repiten y lo viven con alegría, bienvenido sea. Tienen que visualizarse», les apoya. La música y el ambiente festivo de la Virgen Blanca le animaron a a acercarse para saber más. «Me parece increíble que siga habiendo gente pasándolo mal por la intransigencia de algunos. En mi vida, la diversidad sexual está muy normalizada, pero no en otros ámbitos», señala.
Carmen Zamora
«Hay que educar a los hijos en el respeto a la orientación sexual»
Para Carmen, el Orgullo representa un estilo de vida diferente y le hace tener presente a su hermano. «Salió del armario tras tener dos hijos y divorciarse de su mujer, fue duro para ella pero todos lo aceptamos, lo importante es ser feliz», afirma esta madre y abuela. Afincada en Vitoria, celebra que Ecuador, su país de origen, haya aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo. «Allí todavía cuesta mucho que se respete al colectivo, hay que educar a los hijos en el respeto a las distintas orientaciones sexuales como yo hice», reclama.
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