Vitoria proyecta 550 plazas de apartamentos para adaptar su oferta al turismo 'post-covid'
Los proyectos de Aranzábal, Salburua y el Iradier Arena elevarán esta propuesta hotelera. De las 4.055 plazas que tiene la ciudad, casi mil están ya en apartahoteles
A pesar de la crisis por la que atraviesa el sector turístico desde el estallido hace un año de la pandemia, primero con los cierres ... de establecimientos hoteleros y después con las restricciones a la movilidad, la capital alavesa sigue registrando proyectos de nuevas aperturas e incrementando su capacidad de alojamiento. Pero lo que está cambiando es la tendencia y estos negocios buscan adaptarse al turismo 'post-covid', «donde los usuarios van a priorizar los espacios menos masificados, el distanciamiento social y, a la hora de elegir destino, también estar en contacto con la naturaleza», explica Basagaiz Guereño, directora del Departamento de Turismo de la Universidad de Deusto.
Convertir el lugar de alojamiento «casi en una segunda residencia» va a empezar a ser prioritario, apunta, y los apartamentos «ofrecen esa posibilidad, sobre todo para de estancias de varios días o semanas». Con la apertura a final de 2020 del apartahotel Líbere en la Avenida de Gasteiz, en el inmueble del antiguo Barceló, la ciudad ganó 258 plazas en sus 120 habitaciones. Y, según lo datos recabados por EL CORREO, ya una de cada cuatro plazas de alojamiento en Vitoria se encuentran en este tipo de complejos residenciales.
Los ocho edificios de apartamentos repartidos por el casco urbano suman una capacidad para 965 personas, el 24% de las 4.055 plazas que ofrece la capital alavesa en los 48 alojamientos entre hoteles, pensiones y apartahoteles. Pero esta cifra crecerá de manera considerable en el plazo de un año y medio. Hay hasta cuatro nuevos proyectos en marcha, al margen de la reforma del Achuri que espera reabrir en mayo con sus 40 habitaciones. Y tres corresponden a edificios de apartamentos, con 550 plazas.
El más avanzado, en principio, es el previsto en el centro de Vitoria, en la zona de Aranzábal. Promotores locales reconvertirán una entreplanta de oficinas en veinte apartamentos -capacidad para 80 personas- que esperan abrir en torno a septiembre. En el último trimestre del año, Salburua podría contar ya con otro apartahotel con 17 habitaciones -70 plazas- en un inmueble construido en la Avenida de Roma en 2008 para acoger pisos tutelados pero que nunca ha tenido uso. Y para junio del próximo ejercicio está prevista la finalización de las obras de un edificio de nueve alturas y 180 apartamentos -396 plazas- en la plaza del Renacimiento, junto al Iradier Arena.
Movilidad laboral
A estos tres proyectos se suma el nuevo hotel Nirea, que abrirá a final de año la calle Dato, con veinte habitaciones y concebido como un establecimiento tradicional. Su promotor es Iván Saldaña, que también está detrás del futuro apartahotel de Salburua y gestiona Hotel Hito y los apartamentos Diván e Irenaz. A su juicio, el modelo de apartahotel «ya es cada vez más demandado, no solo para vacaciones». En su auge influye también la creciente movilidad laboral «que lleva a muchos profesionales a tener que pasar semanas o meses en otra ciudad y quieren estar como en casa por lo que no buscan un hotel». Y el hecho de contar con cocina incorporada «también es un plus dentro de la apuesta por una dieta saludable aunque uno viva fuera de casa».
El 'boom' de Vitoria por este modelo de apartamentos «puede justificarse porque en los últimos años se han hecho bien las cosas desde el punto de vista del turismo, con una alta estabilidad en el sector», asegura Mikel Rodríguez, director general de Líbere Hospitality, la operadora que gestiona el apartahotel de la Avenida. En los casi tres meses que lleva abierto roza un 90% de ocupación, «gracias sobre todo a las estancias medias y largas» de trabajadores, dado que la movilidad para hacer turismo ha estado restringida.
Ahora, con la posibilidad de desplazarse al menos de momento por Euskadi «tenemos que empezar a ver la luz», desea la presidenta de SEA Hostelería, Elena Martín. «En cuanto se pueda viajar, la gente va a salir porque tiene ganas de viajar. Yo creo que hoteles y apartamentos van a seguir conviviendo porque cada uno tiene su público», sostiene. ¿Y en Vitoria hay sitio para todos los operadores? «En la situación actual» de pandemia «yo creo que no, porque no todos están funcionando -el General Álava cerró en marzo y reabrirá este lunes-, pero esperemos que la situación se normalice y podamos trabajar como antes. No solo hemos perdido visitantes, también muchos eventos».
Tras el récord, el desplome
Porque tras un 2018 de récord con más de 431.000 turistas en el territorio y un 2019 «bueno», según los agentes del sector, con 416.000 visitantes, llegó el desplome en 2020 con una caída cercana al 60% -172.000 viajeros-. «Pese a todo sigue habiendo proyectos, seguro que algunos gestados antes de la epidemia sanitaria, y esa competencia y ese dinamismo son buenos para el sector», considera Rodríguez.
Cerca del edificio de consultas externas del HUA-Txagorritxu y frente al edificio de Telefónica, una promotora local proyecta también un hotel de 112 habitaciones mientras que en la Casa Alfaro empresarios de Vitoria tienen diseñado un plan para un hotel con encanto de 35 habitaciones, aunque está aún en fase de estudio y no han iniciado ninguna tramitación urbanística,
Saldaña comparte que la puesta en marcha de nuevos establecimientos «contribuye al crecimiento del sector y al dinamismo de Vitoria», pero «no debemos perder la perspectiva de que el objetivo es conseguir un modelo de turismo sostenible para que todos podamos hacer negocio».
Los alojamientos rurales esperan «despegar» con la Semana Santa
La ocupación que ya tienen los alojamientos rurales alaveses para Semana Santa, que ronda el 80% según datos de la asociación Nekatur, es la más alta de los tres territorios vascos -en Bizkaia y Gipuzkoa no llega al 70%-. «Esperemos que sea el despegue definitivo para los próximos meses cuando ya se permita la movilidad entre comunidades autónomas», señala Idoia Ezkurdia, gerente del colectivo.
Porque el sector «está necesitado de buenas noticias» tras un año 2020 donde la facturación cayó un 80%. «Solo pudimos trabajar algo entre julio y septiembre, pero muy lejos de una cierta normalidad», añade. Confía en que la vacunación «avance a buen ritmo a partir de ahora» para minimizar el impacto de los rebrotes «porque el año pasado ya tuvimos bastantes cancelaciones por ese motivo».
El tipo de alojamiento que ofrecen estos agroturismos o casas rurales «ya venía siendo muy demandado antes de la pandemia y ahora se refuerza esa tendencia. El turista quiere tener su espacio propio, lejos de las aglomeraciones propias de las ciudades y en contacto con la naturaleza». Y en Álava «se lo ofrecemos». Ezkurdia recuerda, además, que un estudio de la Agencia Vasca de Turismo-Basquetour señalaba a los alojamientos rurales como los establecimientos «mejor valorados» en Euskadi en cuanto al cumplimiento de protocolos sanitarios y 'medidas Covid'.
Joana Molinuevo está al frente del Caserío Montehermoso en Astúlez (Valdegovía), que tiene completas las reservas de fines de semana hasta junio. «La gente tiene ganas de salir. En nuestro caso no tenemos problemas de aforo porque los tres apartamentos son para dos o cuatro personas, cada uno con su jardín», detalla.
El 'puente de San José' y la Semana Santa, a su juicio, «deben ser el punto de partida para que el sector empiece a recuperarse poco a poco. De momento tenemos reservas de Álava y Bizkaia pero ya sabemos que hay gente de otras comunidades con ganas de venir».
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