El Ayuntamiento de Vitoria prevé recuperar El Áncora de Abetxuko y hacer 58 pisos en su entorno
El nuevo Plan General contempla rematar la urbanización del barrio por el suroeste, lo que incluye convertir la antigua panificadora en un equipamiento
El edificio de El Áncora de Abetxuko sigue en pie pese al paso del tiempo (lleva más de 20 años cerrado), los saqueos y las ... riadas del Zadorra. La vieja panificadora, que tuvo maquinaria para la molienda del trigo, es ahora un inmueble vacío de cinco plantas sobre el que han pululado diversos planes de rehabilitación. La última idea, con el Gabinete Urtaran y tras un pacto presupuestario con Elkarrekin, era reacondicionarlo y trasladar allí la Casa de Iniciativas, el centro social de Abetxuko, y crear un espacio agroecológico que recuperase la historia del molino y de la harinera.
El equipo de gobierno de Maider Etxebarria no renuncia a que se convierta en equipamiento, como queda reflejado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vitoria, que se encuentra en fase de aprobación inicial y que recoge los proyectos urbanísticos más importantes de la ciudad para la próxima década.
Según este documento, el antiguo Plan Especial de Reforma Interior 12 (PERI) de 2005 se convierte en la unidad de ejecución Abetxuko Residencial Suroeste. Los redactores del PGOU dicen que «se pretende remodelar la zona suroeste de Abetxuko tras el traslado de los usos productivos para posibilitar su ordenación como una pieza urbana de carácter residencial (...) manteniendo el edificio de la antigua panificadora con un uso equipamental».
En 2010 se habló de salas multiusos y se calculóque la reforma costaría2,3 millones
En concreto, contempla que sobre la parcela y cerca de El Áncora se levanten dos bloques con un total de 58 viviendas y que se pueda adosar al edificio de la harinera otro que garantice un uso adecuado en cuestiones de accesibilidad. El resto de la parcela quedaría como espacio libre de uso público.
De lo que sí advierten los redactores del Plan General es de que este proyecto debe cumplir lo que marca el plan territorial sectorial (PTS) de Ordenación de Ríos y Arroyo del País Vasco en lo concerniente a inundabilidad.
El origen de la panificadora se remonta al año 1853, cuando el edificio rectangular fue levantado a orillas del Zadorra sobre antiguas estructuras de molinos medievales. Desde entonces y hasta 2003 -cuando el Ayuntamiento se quedó con la instalación tras firmar un convenio de traslado con los propietarios- las máquinas funcionaron sin interrupción. En 2010, bajo mandato del socialista Patxi Lazcoz, se habló de un proyecto para reconvertir la casona en salas multiusos presupuestado en 2,3 millones. Hace dos años, Elkarrekin logró introducir 500.000 euros en el presupuesto para estudiar otras fórmulas.
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