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Solaria vuelve a toparse con las instituciones alavesas en la tramitación de sus proyectos fotovoltaicos. Un nuevo informe del Ayuntamiento, al que ha tenido acceso ... a EL CORREO, pone en jaque el despliegue de otro huerto en la capital alavesa. Después del varapalo sufrido por Vitoria Solar 2 ahora es su planta gemela, Vitoria Solar 1, la que tendrá que acometer modificaciones si quiere sacar adelante su plan especial, su permiso urbanístico. En el caso de este análisis, los técnicos municipales plantean sus peros al parque porque su subestación, su 'enchufe' a la red eléctrica, está demasiado cerca del núcleo de Ullibarri-Arratzua.
Como en otras ocasiones, el Consistorio señala que el proyecto de Solaria incumple tanto con el plan general de ordenación urbana (PGOU) actual como con el futuro, el que está pendiente de su aprobación tras el acuerdo entre PSE, PNV y Podemos. En los dos casos, la subestación está en el centro de la polémica, porque incumple las distancias mínimas con respecto a este concejo ubicado en la capital alavesa.
Con las normas urbanísticas actuales, no se respeta una distancia mínima de 500 metros. Y, con respecto al futuro plan, el 'enchufe' de Vitoria Solar 1 incumple con una «zona de exclusión paisajística» para proteger a los pueblos y que fija un mínimo de 300 metros. Además, la subestación queda fuera de las zonas delimitadas para el desarrollo de las fotovoltaicas en ese documento, avanzadas por este periódico en octubre del año pasado. De ahí que los técnicos de Urbanismo alerten de que «la implantación (del parque) no puede materializarse tal y como está diseñada».
Los expertos del Ayuntamiento plantean otros inconvenientes a Solaria. Por ejemplo, advierten de «discrepancias» entre los datos de suelo que ocuparía Vitoria Solar 1 y los que ellos han cotejado en el catastro. Los técnicos también especifican que el hecho de que las placas y las infraestructuras se planteen de forma diseminada y no agrupadas en un núcleo más definido genera una afección agrícola «muy superior a la arrojada por el dato estricto de superficie» que ocupará el complejo fotovoltaico.
Los redactores del informe municipal también afean a Solaria cuestiones como la altura del vallado que cercará las placas y la subestación. La cotizada madrileña planteaba que el perímetro tuviese dos metros de altura y las normas urbanísticas de Vitoria sólo permiten un máximo de 1,5 metros. «Si bien medio metro de altura en el cierre no aporta mayor seguridad, el impacto visual sí se ve incrementado. No parece adecuado el incumplimiento de la altura máxima», señalan los empleados de Urbanismo.
Para que la planta se haga realidad, además, los técnicos exigen a Solaria que haga un estudio de impacto acústico de la planta, ya que este es necesario para obtener la licencia de construcción de la planta. Los expertos, además, entran al supuesto dilema entre 'placas o patatas'. Recuerdan que hay una estrategia alimentaria para proteger los terrenos agroganaderos de la capital y alertan de que «un despliegue no ordenado de plantas fotovoltaicas impedirá el desarrollo de dicha estrategia».
Esta misma semana las renovables volvieron a ser objeto de debate en Juntas Generales. Esta vez, en la Comisión de Desarrollo y Sostenibilidad, donde Saray Zárate advirtió del «alarmismo» que hay en Álava cuando se habla de renovables y señaló a empresas que «quieren vender humo» en una referencia velada a Solaria. «Parece que Álava está llena de placas cuando no hay ningún proyecto aprobado», sentenció.
El informe de Urbanismo de Vitoria, fechado a finales de septiembre del año pasado, supone el colofón a un otoño que ha sido negro para los proyectos fotovoltaicos en el territorio. Las diputaciones de Álava y Bizkaia han puesto muy difícil la aprobación de tres plantas ligadas a la línea de alta tensión hasta el puerto de Bilbao y el Ayuntamiento le ha dado la puntilla a los dos proyectos de Solaria ubicados en terrenos de la capital. Mover de suelos la subestación podría hacer que Vitoria Solar 1 vuelva a la casilla de salida de sus trámites burocráticos si resulta necesaria una nueva declaración de impacto medioambiental para la central renovable.
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