Vitoria, más instagrameable y primaveral con 'City of Flowers'

Flores para todos los gustos y edades. También para llevar a casa o, incluso, para comérselas. El festival 'City of Flowers', que se lleva a cabo del 23 al 25 de mayo, celebra a la primavera en Vitoriacon un mercado en la plaza de la Virgen Blanca, talleres y una variada programación de actividades repartidas por distintas plazas y establecimientos de la ciudad. Una de las propuestas más llamativas es la intervención floral en monumentos y esculturas, decoraciones que han requerido hasta diez horas de trabajo por parte de floristerías y colectivos locales.

Los 21 grados registrados este sábado y la gran luminosidad han animado a muchos vitorianos a recorrer los 19 puntos de esta ruta florida. Desde el monumento a la Batalla de Vitoria, transformado por Frutas Zelaia en algo parecido a un tenderete a sus pies que recuerda a los mercados tradicionales, hasta la emblemática figura de Celedón, reinterpretada en clave artística por la Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (ASAFES).

En el mercado han participado floristerías como El Secreto de las Hadas, Angelines, Arantza, Eguzkilore, Kerkus, Santa Isabel 13 y Margarita Me Llaman, junto con la Asociación de Bonsáis de Álava. Ana Muñoz, responsable de esta última floristería, resumía las buenas previsiones. «Las expectativas son positivas gracias al buen tiempo porque el año pasado llovió por la tarde».

Iconos locales (y escultóricos) como Celedón o Manuel Iradier también se han sumado a la fiesta. La estatua del explorador vitoriano, situada en el parque de La Florida, luce estos días el lema albiceleste 'Aquí nadie se rinde'. Una frase que sirve tanto para celebrar la permanencia del Alavés como para recordar las expediciones del personaje.

En la plaza del Arca, junto a la escultura de 'El Caminante', un músico callejero interpretaba al violín 'Rosas', de La Oreja de Van Gogh. «Menudo planazo para el sábado», comentaba una pareja de turistas ataviados con camisetas de Osasuna. Entre esos vecinos adoptivos de la ciudad que brillaban en un nuevo escenario se encuentra Wynton Marsalis, rodeado de gerberas, claves de sol y corcheas. «Entre la capitalidad y la celebración del festival de las flores, nos estamos viniendo arriba como ciudad», decía medio en broma Dani Díaz, vecino de la ciudad, frente al trompetista. También hubo muchos comentarios en torno al contraste de esas decoraciones florales frente al estado asilvestrado los

Una de las paradas más fotografiadas e instagrameables es 'La Mirada', de Agustín Ibarrola, intervenida por la floristería El Secreto de las Hadas con unas 3.000 flores rojas. «Es una ofrenda a lo femenino sagrado, a la tierra, al origen, a la naturaleza y sus ciclos de transformación», explican sus artífices, en un guiño al apodo con el que popularmente se conoce la escultura.

El programa de 'City of Flowers también' incluyó actividades como el taller gastronómico de Clara Gutiérrez Arana, bióloga y etnobotánica con más de dos décadas de experiencia en el uso culinario y medicinal de las flores. «Hace diez años impartí un taller exclusivo para el restaurante Martín Berasategui en Lasarte. Ahora me llaman para diseñar huertas para restaurantes. Lo ideal es que el cocinero tenga la flor fresca y la coja justo antes de servirla», explicaba este sábado desde la planta superior del Mercado de Abastos, donde propuso un menú con algunas comestibles en una cita organizada por SEA Hostelería.

«Las flores dan carácter al plato», subraya. ¿Ejemplos? El alisum, con su sabor suave, encaja a la perfección en un pintxo de mermelada de manzana, membrillo y crema de quesos. Otra de sus recetas habituales es un paté de aceituna con llantén. «Es una hierba silvestre muy conocida medicinalmente, pero también es comestible. A la gente le gusta mucho y resulta muy sorprendente».

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