Vitoria tiene identificadas a 720 personas sin hogar, el doble que hace tres años
«Es una situación compleja pero no exclusiva de nuestra ciudad», sostiene el concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero
El número de personas sin hogar no para de crecer en Vitoria. Actualmente hay registradas un total de 720 personas en el padrón social, la ... fórmula que utiliza el Ayuntamiento para aquellos sin un domicilio fijo o en situación de exclusión social. Son más de el doble que en 2021, cuando la cifra se situaba en 345. El número aumentó a 404 en 2022 y se alcanzaron las 559 en 2023. Se trata de ciudadanos que viven en la calle, en lonjas okupadas, en alojamientos colectivos temporales o en las dependencias de alguna ONG, entre otros.
En estos casos, el Consistorio les ofrece la oportunidad de empadronarse en las oficinas municipales de San Martín para que tengan un lugar en el que recibir la correspondencia pero, sobre todo, para que puedan acceder a las diferentes prestaciones sociales. Otro pequeño porcentaje está empadronado en el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) o en domicilios de especial protección. El concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero (PNV), admitió que este aumento de personas sin un hogar estable es una «situación compleja que evidencia el incremento de una problemática que no es exclusiva de Vitoria». Pero insistió en que su departamento trabaja «incesantemente» para responder «a esta nueva realidad y a los desafíos que supone».
La oposición, por su parte, se mostró muy preocupada por estas cifras y crítica con el Gabinete Etxebarria. «Los datos crecen sin parar y el Ayuntamiento no reacciona. No se está haciendo frente a esta situación como se debería», censuró la concejala del Partido Popular Marta Alaña, que puso más números sobre la mesa. «En solo seis meses las personas empadronadas en el padrón social han aumentado en 226. Son datos que nos preocupan porque están en exclusión residencial y ustedes no reaccionan», agregó la edil popular, que afeó al responsable de Políticas Sociales que durante el último invierno se redujera el número de horas de puertas abiertas de los recursos habitacionales para los 'sintecho'.
«Se está dando respuesta a estas situaciones de extrema vulnerabilidad y se están atendiendo todos los casos que nos llegan. No tenemos una situación de alarma», se defendió Royero, que lleva poco más de un mes en el cargo. El concejal quiso además poner en valor la fórmula del padrón social como medida «que garantiza el acceso a derechos como la tarjeta sanitaria» e incidió en la «variedad de perfiles» de las personas que lo solicitan.
No es la primera vez que la dura realidad que refleja el padrón social enciende el debate en el Ayuntamiento. En la anterior ocasión fue el grupo municipal de EH Bildu el que alertó de esta creciente problemática. Además de pedir la creación de una mesa de trabajo para abordar la gestión de esta realidad, se pusieron sobre la mesa las «injusticias» que genera el padrón social. EH Bildu advirtió también del «mercado negro» que se está generando por una mala gestión.
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