La vendimia en Rioja Alavesa se adelantará dos semanas, a principios de septiembre

Con dos semanas de adelanto arrancaría entonces una vendimia que, a día de hoy, tiene su principal amenaza en la sequía; en este sentido, la Casa del Vino de Laguardia habla de tres meses consecutivos sin lluvia, salvo la tormenta de la madrugada del pasado martes. Por ello, hacer ahora previsiones no es sencillo. «Agosto es un mes muy puñetero, puede pasar de todo», asegura un bodeguero de Elciego de tercera generación. Y lo que está sucediendo no es positivo, «muchos días de calor seguidos, prácticamente nada de lluvia...». Y lo que puede venir tampoco supone un alivio, al contrario, «la tormenta ahora es una amenaza seria».

Aunque es evidente que el viñedo necesita agua. En Rioja Alavesa, quienes han podido regar tienen sus viñas «en muy buen estado» y aunque la maduración lleva un adelanto de diez días respecto a lo que es habitual «la producción alcanzará sin problemas los rendimientos amparados» de 6.175 kilos de uva tinta por hectárea y 9.000 en el caso de las variedades blancas. Las perspectivas de calidad también son altas.

Peor está la situación para quienes no han tenido oportunidad de regar porque están encontrando dificultades para que la baya coja peso y tamaño. «La sequía está causando trastornos en la evolución del ciclo de la uva», constata la Diputación.

Mientras que en el Valle de Ayala el persistente calor y la ausencia de agua ralentizan también el desarrollo del ciclo y crecimiento del grano de la uva para txakoli. Las bayas están aún muy mermadas y el envero -el proceso de maduración que hace cambiar de color- no ha llegado, ni siquiera para las variedades más tempranas como la chardonnay o la riesling.