Los vecinos de Aretxabaleta sienten «más la dejadez del Ayuntamiento» tras el nuevo incendio
Se muestran muy críticos con Ensanche 21 por no derribar aún el bloque donde murió un okupa. Ayer sufrió otro fuego en la segunda planta
Las sirenas de los bomberos resonaron de nuevo ayer en Aretxabaleta. Acudieron a apagar las llamas declaradas en un edificio supuestamente abandonado, el mismo donde ... en octubre falleció un 'okupa' tras producirse otro incendio. En este último caso no hubo heridos. Sólo daños materiales. Entre ellos, un automóvil estacionado junto a la fachada al que le afectaron los trozos llameantes caídos desde la segunda planta.
Las dotaciones de bomberos acudieron de madrugada, a las 4.37 horas, y acabaron con las llamas después de casi una hora de trabajos. comprobaron además que todo el inmueble, de tres plantas, se encontraba vacío. Esta nueva actuación, no obstante, ha reavivado la «preocupación» entre los vecinos de este concejo debido a que este bloque ha sufrido varios intentos de 'okupación' a lo largo de los últimos meses. El último es bastante reciente. «Hace tres semanas ya llamamos a la Ertzaintza al detectar que habían entrado extraños», señalan habitantes de Aretxabaleta. En este punto, estos residentes acusan al Ayuntamiento, que posee la mayor parte de los pisos del inmueble a través de la sociedad municipal Ensanche 21, de «dejadez y de falta de voluntad porque somos pocos habitantes y no les importamos». Hace unos meses, otro edificio cercano fue tomado durante unas horas por integrantes del clan de los bartolos, acción anulada con un numeroso despliegue policial.
«No se nos toma en serio»
«No se nos toma en serio. Ya ha ocurrido una desgracia –en referencia a Mario, el 'okupa' catalán fallecido en octubre en el bloque donde ayer se produjo el incendio– y cualquier día va a pasar otra», critican estos moradores. Reclaman a los políticos locales soluciones «urgentes». Este inmueble presuntamente abandonado es uno de los tres que el Ayuntamiento anunció su derribo.
Tras la última llamada ciudadana de hace tres semanas, eso sí, el Consistorio colocó «vallas» para entorpecer nuevos intentos de entrada, reconocen los propios vecinos. El piso donde ayer se declaró el fuego es de una entidad financiera, que aún lo ofrece en páginas especializadas. Otros dos pertenecen a particulares, con los que el Ayuntamiento habría alcanzado un preacuerdo de compra. El resto son de Ensanche 21. Se supone que cuando controle todos, derribará el bloque que trae de cabeza a los residentes legales de este pueblo cosido a Vitoria.
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