Tuvisa tiene ya en cocheras seis de los diez buses eléctricos para la línea 4

De cara a su puesta en marcha, la empresa ha ido formando a los chóferes en su conducción lo que de paso ha tenido otro efecto en el BEI. Se ha reducido el número de turnos cubiertos con buses diésel en la línea circular, según constatan portavoces del comité de empresa. Hasta el verano, apenas un 15% de los cerca de 300 conductores de la compañía había accedido al curso que les prepara para conocer mejor el sistema de guiado hacia las paradas, a los puntos de carga y el funcionamiento de los retrovisores, entre otras cuestiones específicas de los vehículos eléctricos. Esa situación hacía que cuando un convoy del BEI tenía algún tipo de incidencia, en lugar de ser sustituido por otro vehículo similar lo era con uno de combustión o un híbrido debido a la falta de chóferes con formación. Entre el 18 de mayo y el 15 de junio, eso paso en medio centenar de turnos. Hoy, aún ocurre de vez en cuando, pero no con esa frecuencia, confirman los sindicatos.

Mientras tanto, avanzan los trabajos para electrificar la línea 4. La gerente de Tuvisa, Marijo Ajuriaguerra, está pendiente de que lleguen en las próximas semanas los 4 autocares que faltas para poder tenerlos todos en la calle a final de año. Los nuevos autobuses comparten aspecto con los vehículos que ya prestan servicio en el BEI, el modelo Irizar ie tram. Repostarán por la noche sus baterías mediante sistema de carga lenta en el centro de electromovilidad de Tuvisa. Los modelos largos, de 18 metros, tienen una capacidad máxima de 128 personas mientras que los de 12 metros admiten 80. Tienen dos rampas, tres zonas para sillas de ruedas y puntos de carga USB. Con ellos, la ciudad emitirá «600 toneladas de CO2 menos a la atmósfera», señala la gerente

Con la adquisición de estos primeros diez autocares a los que seguirán otros diez más antes de finales de 2025, Tuvisa podrá dejar al fin fuera de servicio un tercio de los autobuses que saca cada día a recorrer la ciudad y que sufren múltiples averías por la elevada antigüedad y el excesivo uso. Todos serán eléctricos, pero a diferencia del BEI, funcionarán como vehículos convencionales, es decir, sin prioridad ni carril exclusivo. Si los plazos de entrega se cumplen, de los cerca de 60 autobuses que salen de las cocheras cada día (la flota completa es más elevada) el año que viene uno de cada tres estará recién estrenado.

De momento, estos primeros diez autocares son una realidad fruto de un acuerdo alcanzado el pasado verano entre el equipo de gobierno PSE-PNV y el PP para desbloquear la presidencia de Tuvisa. Tras esta primera remesa de diez unidades ya adjudicada a Irizar, el Ayuntamiento debe sacar a contratación la compra de otra decena de vehículos para garantizar que su entrega se produzca antes del final de 2025. Lo que la empresa de transportes aún no ha decidido es qué línea estarán destinados.

Al margen de los citados veinte urbanos, Tuvisa se comprometió a comprar cinco vehículos más (25 en total) antes de que finalice la legislatura, en 2027. Se trata de uno de los puntos del acuerdo alcanzado con el comité de empresa para desconvocar la huelga de febrero.