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La inserción del tranvía tiene efectos para la trama urbana. Además de las obras, los cortes de tráfico, la modificación de aceras o la desaparición de carriles de coches, el paso de los convoyes hace que se muevan todos los aparcamientos en superficie. Algunos cambian ... de sitio o se reponen, pero otros desaparecen definitivamente. Pues bien, la ampliación del metro ligero a Zabalgana obligará a suprimir nada menos que 541 plazas entre Lovaina y Naciones Unidas, a las que hay que sumar 38 de las calles colindantes a las cocheras de Betoño, según se recoge en uno de los anexos del estudio informativo elaborado por Euskal Trenbide Sarea (ETS) en colaboración con el Departamento de Espacio Público que dirige Beatriz Artolazabal.
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La concejala peneuvista, que defendió ayer la mejora que va a suponer el tranvía para la conexión de Zabalgana con el centro y para la movilidad de la ciudad en general, aseguró que el Ayuntamiento tomará medidas para paliar el déficit de aparcamientos que afectará sobre todo a la zona de San Martín. En concreto se habilitará un párking en superficie para 42 plazas en una de las canchas de baloncesto de 'Las Conchas' con acceso desde Bustinzuri, se pasarán hileras de aparcamientos en línea a batería y se impondrá la OTA a partir de 2026 en parte del barrio.
2029 es el año en el que entrará en servicio la nueva línea de Zabalgana del tranvía después de tres años de obras.
103 millones de euros sin IVA es lo que costará esta ampliación que contempla nuevas cocheras en Betoño.
696 son las plazas de estacionamiento para turismos que se verán afectadas por estas obras, aunque de ellas 117 se recuperarán en el entorno de las calles afectadas.
831 árboles correrán la misma suerte. El Ayuntamiento repondrá 358 pero plantarán especies diferentes y que alcancen un diámetro suficiente para ayudar a combatir el efecto de las olas de calor.
Artolazabal respondía así a preguntas del concejal de Elkarrekin Podemos Óscar Fernández contrario «a perder un lugar de ocio para la gente joven para que lo gane el coche». La titular de Espacio Público indicó que esa zona en cuestión se iba a ver alterada por el soterramiento de una de las subestaciones eléctricas que alimentan al tranvía y encontramos que era «ideal usar su superficie para aparcamiento». Aseguró que los vecinos están al corriente de estas medidas.
Asimismo se mostró convencida de que con la llegada de este vehículo de transporte, menos vecinos de Zabalgana, el barrio más populoso de la ciudad, se verán obligados a entrar en el centro de la ciudad con sus coches. Eso unido a los estacionamientos vigilados o con OTA dejará más espacio para sus coches a los vecinos de San Martín. «Nuestra apuesta es la de reducir paulatinamente el uso del coche privado», zanjó Artolazabal, que le recordó al edil de Elkarrekin la inminente necesidad de descarbonizar la movilidad.
El estudio de ETS detalla calle a calle cuántos aparcamientos de coches, motos y bicis se verán afectados por el paso del tranvía entre Lovaina y Naciones Unidas, cuáles se repondrán y los que definitivamente desaparecerán del mapa. Así, Adriano VI pierde 111 huecos para turismos y Bustinzuri, 89, eso después de recolocar algunos estacionamientos. El paso de los convoyes por Derechos Humanos e Iruña-Veleia deja a este eje con un déficit de 125 aparcamientos y hay también calles como la Avenida de Zabalgana en las que no hay afecciones.
En el caso de los alrededores de las cocheras de Betoño, la pérdida es de 12 plazas entre la Avenida 8 de Marzo y Londres y otros 26 desde esta ultima vía hasta Cuenca del Deba. Este informe aún está en fase de exposición pública. Si se cumplen los plazos, la nueva conexión tranviaria requerirá al menos tres años de obras y varios trámites previos hasta su ejecución, lo que situaría en 2029 el horizonte de su posible entrada en servicio.
El nuevo trazado tendrá un ramal común desde Lovaina hasta el área de Zabalgana, donde se bifurcará en dos caminos de vías hacia Mariturri y Aldaia, para llegar a la mayor parte de la población. Tendrá una longitud aproximada de seis kilómetros, dispondrá de un total de once paradas -más otra adicional junto a las nuevas cocheras-, con una distancia media entre ellas de alrededor de 560 metros.
El presupuesto global de los trabajos asciende a 103 millones de euros sin IVA y contará con financiación del Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento. La concreción de las aportaciones de cada institución se fijará en un convenio cuya firma está prevista rubricar en los próximos meses.
El trazado propuesto arrancará en la plaza de Lovaina, atravesará la rotonda para incorporarse a Adriano VI (con parada) y continuará hasta la calle Bustinzuri, donde habrá otra parada próxima al ambulatorio de San Martín. Después, el convoy ligero girará hacia Pintor Teodoro Doublang, seguirá hasta San Valentín de Berriotxoa (tercer andén) y luego se desviará hacia la Avenida del Mediterráneo, para girar de nuevo hacia Océano Pacífico. Desde allí, lo hará hacia Avenida Zabalgana y seguidamente hacia la Avenida de las Naciones Unidas, donde la línea se bifurcará en dos ramales.
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