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En Pez Limbo estudian ya estrategias para hacer teatro de calle cuando el virus permita las representaciones. p. l.
«El teatro de calle al que llegas y te sientas se ha acabado»

«El teatro de calle al que llegas y te sientas se ha acabado»

Edu Hernando, de Pez Limbo, apunta las dificultades de una compañía como la suya que busca la cercanía con el espectador

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Viernes, 15 de mayo 2020, 00:37

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Edu Hernando.
Imagen - Edu Hernando.

Pez Limbo es una compañía teatral que tiene una especial inquietud por buscar espacios alternativos para la representación escénica. Edu Hernando, uno de sus principales actores, explica que «siempre nos ha gustado sacar el teatro del marco del edificio para acercarlo a la gente». Una máxima que ahora quedará en peligro, como tantas otras cosas, con la llegada del coronavirus. »El teatro de calle, ese que llegas y te sientas, se ha acabado», asegura no sin pesar.

Hernando explica que el objetivo de Pez Limbo ha sido siempre acercar las artes escénicas a la gente, porque «hay muchos que tienen una concepción elitista del teatro». Así, la compañía lleva luchando desde 2011 para refutar esta idea y «mostrarlo como como un arte popular; crear situaciones y sentimientos en los que la gente se vea identificada». Para ello, se ayudan de escenarios alternativos: «Hemos representando en una iglesia, en una cárcel, en la casa de duchas de Vitoria, en plazas de todo tipo, incluso en la casa donde Lorca veraneaba. Ahora todo eso hay que replanteárselo».

Mientras se perfilan los detalles de los protocolos a seguir, Hernando explica que para las compañías teatrales va a ser muy difícil volver a arrancar. Es consciente de que su sector será de los últimos en hacerlo. «Si un alcalde o un concejal quiere promover un espectáculo supone una gran responsabilidad, pero creo que lo tenemos que hacer y no podemos tener miedo». «Estamos ante una situación de excepcional dureza. Es muy fácil tensionarte porque mucha gente lo está pasando muy mal y eso nos está dividiendo». Y al mismo tiempo que reclama empatía, recuerda que «es aquí donde los agentes culturales podemos aportar. Nuestra materia prima es trabajar con las emociones y trasmitir ánimo. Siempre con precaución, pero necesitamos transmitir aliento para lo que viene. Necesitamos que se reactive la escena cultural».

«En vez de hacer una gran obra para mil personas, igual hay que hacer diez para cien»

Esa nueva realidad a causa del Covid-19 va a provocar cambios. A partir de ahora, este tipo de actuaciones en la calle van a tener que adaptarse a unos protocolos que según el intérprete «van a ser muy exigentes en cuanto al distanciamiento y las maneras de trabajar». «Tenemos que hacer la primera prueba y podemos equivocarnos, pero debemos ver cómo funcionan y dar pasos». Caminando así por el sendero de la prueba y el error. «La primera actuación nos dará detalles de por dónde hay que mejorar, en la segunda se corregirán y la tercera funcionará», cuenta. Eso sí, esta iniciativa requerirá de la participación y del compromiso de todos: «compañías, administraciones y público tenemos que tener la actitud de avanzar y de probar».

Además, para garantizar la seguridad del público, desde las compañías tendrán que doblar esfuerzos. «El teatro de calle que llegas y te sientas se ha acabado. Ahora vamos a tener que ordenarnos como en los teatros y asegurarnos de que todo el mundo tiene un sitio predestinado que preserve la distancia de seguridad». Esta medida no va a ser fácil para un sector nunca boyante en cuestiones económicas. «Esta tarea extra va a exigir un desembolso importante. Va a hacer falta personal que acomode a la gente y se encargue de la desinfección. Va a ser complicado pero habrá que abordarlo».

«Es el momento de llegar a los barrios y lo que tenemos que pensar es descentralizar los espectáculos»

Cambiar

Por eso necesitan reinventarse y Hernando señala que «es el momento de llegar a los barrios y quizás ahora lo que tengamos que pensar es en descentralizar los espectáculos». Por ejemplo, buscar actuaciones más pequeñas en sitios diferentes. «En vez de hacer un gran acto en la Plaza de la Virgen Blanca que reúna a mil personas, podemos coger ese dinero y hacer diez actuaciones más pequeñas en distintos barrios que reúnan a cien». Además, recuerda que la situación del territorio es excepcional. «Si hablamos de Álava, tenemos el sitio ideal porque los núcleos de población son muy pequeños».

A Pez Limbo el confinamiento les pilló poco después del estreno de 'En el patio de mi Casa'. «Llevábamos un mes desde que se estrenó y la situación es un desastre». A la falta de ingresos y todas las cancelaciones hay que sumarle la dificultad que tiene el sector para solicitar ayudas: «La casuística complica el acceso a las ayudas. Nuestra actividad laboral es especial porque trabajamos un día dados de alta, pero hay mucho trabajo previo detrás».

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