Sólo uno de cada cuatro proyectos previstos en el plan del Casco Viejo se ha ejecutado en 18 años
La rehabilitaciónse ha «ralentizado» por la ineficacia delos «incentivos» ala iniciativa privada, advierte el estudio previo del nuevo PERI
Tres de cada cuatro proyectos se han quedado por el camino en el Casco Viejo en los últimos 18 años. Sólo el 26,5% de ... todas las actuaciones urbanísticas de cierto calado recogidas en el Plan Especial de Rehabilitación Integrada (PERI) de la 'almendra' se ha ejecutado desde su aprobación, allá por 2006. Así lo refleja el estudio preliminar que ha realizado la empresa Paisaje Transversal, encargada de redactar la nueva versión del documento de mayor rango para 2025. El diagnóstico, al que ha tenido acceso EL CORREO, se divide en actuaciones en el espacio público, en su mayoría realizadas, y en la rehabilitación de edificios, donde el Ayuntamiento no ha logrado crear puentes con la iniciativa privada. Sobre todo, en la última década.
El PERI, que funciona como un Plan General específico del Casco Viejo por la particularidad del barrio, recoge más de 80 actuaciones entre renovaciones de calles y plazas, caños, edificios, parques, etc. La peor parte se la lleva precisamente el ámbito residencial. El Ayuntamiento puso sobre la mesa 37 unidades de ejecución, que consisten en volver a dividir el suelo para transformar una zona. Estas acciones permiten abordar la situación de varios portales o edificios cercanos entre sí para dar la vuelta como un calcetín a cuestiones como el tamaño de sus viviendas, cambiar los usos, o renovar las construcciones y su entorno. Pero también exigen una importante coordinación por parte de la Administración con la iniciativa privada y los propietarios. Esa cadena falló y de las 37 intervenciones planteadas, sólo una ha visto la luz. En concreto, se trata de una actuación conjunta entre los números 82 y 21 de la 'Pinto'.
El propio estudio arroja algunas claves que han resultado determinantes para que «una parte importante de las grandes operaciones no se haya ejecutado». Por un lado, su complejidad técnica y la «coyuntura económica» de varios años tras la crisis de 2008. Y por otro, la falta de coordinación con los propietarios. No vale sólo con poner en marcha el proyecto y ejecutar la obra, como en la mayoría de las actuaciones que realiza el Consistorio en espacios al aire libre.
Las claves
Comparativa
La regeneración fue «intensa» de 1988 a 2006, pero ahora se desarrolla de forma «más lenta»
Según el estudio
La rehabilitación ha pinchado «especialmente tras el cierre de la Arich en 2012»
Contraste
El plan ha sido más eficaz en calles y plazas, pero su aplicación es más reducida en las viviendas
Frenazo respecto al plan previo
El estudio atribuye buena parte del pinchazo a que los «mecanismos de incentivo no han funcionado». De hecho, ese «ritmo menor» en las obras se ha producido a pesar de «mantener las ayudas directas» para tratar de impulsarlas. Cabe recordar que las últimas subvenciones concedidas al Casco Viejo para rehabilitación de inmuebles apenas han agotado el 40% del presupuesto por falta de demanda, cuando es el barrio que más las necesita, con diferencia.
Pero hay más. El frenazo en la renovación de edificios ha sido más pronunciado desde 2012, «especialmente tras el cierre de la Arich (Agencia para la Revitalización Integral del Casco Histórico)», concluye el informe. De hecho, el repaso cronológico recalca que «entre 1988 y 2006 se dio un intenso proceso de regeneración con inversiones». En cambio, señala que ahora «el proceso prosigue, pero más lento que en décadas pasadas».
Los expertos encargados de actualizar el PERI destacan que «el impulso privado de la rehabilitación se ha ralentizado» precisamente porque entienden que esos proyectos que en su día resultaban «factibles», pero su ejecución ha terminado por ser «poco eficaz». La renovación de los edificios de viviendas es la parte más importante para la reactivación del Casco Viejo, ya que multiplica su atractivo y arrastra otras actividades comerciales y económicas. «La rehabilitación de viviendas tendría que mejorar al ser el corazón de la regeneración del Casco Medieval», aseguran los especialistas.
Con todo, el PERI sí se ha mostrado más eficaz a la hora de plantear proyectos en plazas y calles. Se trata, por ejemplo, de la reforma de los cantones de las Carnicerías y la Soledad, la plaza frente a Montehermoso y los jardines de Santa María 4, entre otros. Además, más allá de lo que planteaba el documento urbanístico, se reformó la plaza Etxauri, que no estaba prevista hasta que el plan del Campillo Sur se suspendió. El Consistorio ha completado la mayoría de los 17 planes previstos en este ámbito. Los únicos que se encuentran sin poner en marcha son las escaleras de los Arquillos y el último tramo del cantón de las Carnicerías, el espacio delantero de Escoriaza-Esquível.
La mayoría son actuaciones que se encuentran en la mano del Ayuntamiento, ya que puede diseñar el proyecto y contratarlo por sí mismo. «Las reurbanizaciones son más sencillas pese a su coste, por su gestión directa», admite el estudio, que reconoce que el PERI ha «servido como referencia para la mejora del espacio público y ha ayudado a dirigir intervenciones de tamaño medio y pequeño». En este aspecto figuran los equipamientos previstos, aunque sólo un tercio se ha llevado a cabo. Uno de los más destacados es el palacio Ruiz de Vergara, cuya reforma finalizó hace un año.
También sale bien parada la recuperación de los caños, reabiertos con una imagen mucho más amable como rincones verdes del Casco Medieval, que precisamente carece de espacios naturales. Eso sí, el estudio advierte de que «quedan múltiples caños por esclarecer y sanear». De hecho, no hay que olvidar que varios edificios han terminado por 'invadir' esta zona, que en teoría es de propiedad municipal.
El doble filo dela protección del patrimonio de la 'almendra'
La sobreprotección puede ser un arma de doble filo, también en el patrimonio cultural y arquitectónico. El Casco Medieval ha apostado en las dos últimas décadas por la declaración de conjunto monumental para preservar su esencia y sus edificios más emblemáticos. La estrategia ha dado sus frutos en proyectos de envergadura como la reforma de la Catedral Santa María, pero también ha obstaculizado iniciativas más discretas. De hecho, según el diagnóstico previo a la elaboración del nuevo PERI, esta figura «logró proteger edificaciones valiosas», aunque su aplicación gradual ha llegado a «tres cuartas partes de los edificios».
Esta singularidad ha provocado «dificultades y costes añadidos en la rehabilitación» de varios elementos de la 'almendra', lo que deriva en que algunos propietarios tiren la toalla. El alto grado de protección impide muchas veces reordenar los edificios o encarece la reforma de su fachada, entre otros aspectos.
Sin embargo, este dilema entre la protección del patrimonio y la necesaria regeneración no es el único que tendrá que resolver el futuro PERI. El barrio arrastra demandas históricas como el aparcamiento (se plantean «sistemas para aparcar en barrios cercanos»), los problemas de convivencia que causa el ruido dentro y fuera de los bares y la «preponderancia de la hostelería y el ocio nocturno, que actúan como limitadores de entrada de otras actividades».
Tampoco hay que perder de vista la necesaria regulación de las viviendas turísticas en el Casco Medieval, que suponen «un peligro y una oportunidad» para la 'almendra' del futuro.
En su contexto
-
83 actuaciones plantea el PERI que sigue vigente. De ellas, se han ejecutado 22 (el 26,5%), dos se han realizado de manera parcial (2,4%) y una está en marcha (1,2%). El resto (69,9%) no ha arrancado.
-
El «corazón» de la regeneración: Renovar las viviendas, el primer paso Aunque el Ayuntamiento sí ha actuado en calles y plazas, el informe recalca que la rehabilitación de pisos es «el corazón de la regeneración del Casco Medieval».
-
37 unidades de ejecución recoge el plan para reordenar las zonas del Casco Viejo. Sólo una está culminada (Pintorería 82 y 21).
-
Espacio público: Punto a favor para los caños Son un ejemplo de recuperación de zonas degradadas y sin uso para reconvertirlas en espacios verdes. No obstante, aún «quedan muchos por sanear».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión