«No es que el sistema falle más, pero las reparaciones son complejas»

Una de las principales modificaciones que se han llevado a cabo en los últimos años pasa por la selección del tipo de residuos que recoge el sistema neumático. A día de hoy, seis de las siete centrales de Vitoria sólo reciben envases y materia orgánica, al ser los que mejor se adecúan a este sistema. El primero, por el peso de los residuos, que facilita la succión, mientras que el segundo responde a un menor volumen que, por ejemplo, la fracción resto.

Sin embargo, esta categoría se mantiene en el Casco Viejo, por las «dificultades orográficas de colocar contenedores suficientes», según explican fuentes del área de Limpieza. Esto implica que en ocasiones puedan obstruirse los conductos subterráneos. En esos episodios, la solución más habitual pasa por elevar la potencia de succión para eliminar todos los desechos del circuito. Estas averías suelen detectarse desde la sala de máquinas de forma rápida, mientras que las más graves están relacionadas con roturas o fisuras en las tuberías.

Por otro lado, el Ayuntamiento también ha instalado algunas mejoras en el proceso de llegada de los residuos a las centrales, como la instalación de variadores de frecuencia para evitar que la energía se derroche.

En cualquier caso, el Ayuntamiento subraya que el modelo de los contenedores da más «flexibilidad» tanto a la hora de reorganizar o modificar el servicio como de subsanar un problema. En este sentido, el edil de Limpieza señala de forma gráfica que la sustitución de un contenedor o de un camión «se realiza de manera más o menos inmediata».

Este mayor tiempo de respuesta puede reflejarse en una acumulación de residuos alrededor de los buzones. Otro de los factores se encuentra en el tamaño de las bolsas, que a veces superan los de la boca. Esto, además, supone en ocasiones una 'invitación' para el siguiente usuario a actuar de la misma forma.