Borrar
José Luis Ruiz de Azua muestra el interior del centro social de Egileta, su pueblo. «Da muchísima pena verlo cerrado», lamenta el hombre. igor martin

Donde siguen huérfanos de café y partida

Sin bar, decenas de pueblos alaveses tenían en el centro social su único punto de reunión. Cerrados desde el inicio de la pandemia, anhelan su reapertura inmediata

Miércoles, 16 de junio 2021, 00:53

Comenta

Hubo un tiempo en que aquí se ponían porrones bien frescos de cerveza con una gota de gaseosa y el vino, recio, de la tierra ... y siempre de año, se servía en vasos de Duralex que, de tan fregados y refregados, habían perdido su brillo. Hace más de 40 años que el bar del Felipe, esa tasca con ultramarinos en la que la familia Muniain lo mismo te servía un carajillo que te vendía una madeja de torzal, cerró. Y dejó al pueblo sin bar y después, años más tarde, sin apenas vida. Porque aquí, en Egileta, pero también en Navarrete, en Untzaga y en tantísimos otros pueblicos y concejitos alaveses saben perfectamente que perder el bar supone darle la extremaunción al resto del pueblo. Que muera es cuestión de tiempo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Donde siguen huérfanos de café y partida

Donde siguen huérfanos de café y partida