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Algunos de los sellos que han viajado por el mundo a través de cartas. El Correo

El sello alavés... de Guridi a los naipes

Correos ha emitido una veintena de timbres con motivos locales desde los años sesenta. «Son fuente de conocimiento»

Sábado, 1 de julio 2023, 00:37

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Van desde las cinco pesetas a los 1,65 euros. Algunos son de los que se pegaban a base de saliva y otros, los más actuales, incluyen un adhesivo en el dorso. Ese distintivo de papel engomado de Correos sirve para franquear cartas. Pero también para repasar momentos históricos, paisajes y personajes icónicos. Es una «fuente de conocimiento extraordinaria e Historia», resume María José Otxoa, responsable de comunicación de Correos en la zona norte, que reconoce que le entristece ver que este tipo de coleccionismo se va perdiendo.

En un recorrido por las colecciones de sellos emitidos por Coreos de la mano de Juan Manuel Cerrato, coleccionista que ha sido presidente de la Federación Vasca de Sociedades Filatélicas, EL CORREO idea un particular álbum que reúne en estas páginas aquellos que tienen alguna relación con Álava. Desde los años sesenta hasta nuestros días se contabilizan una veintena y se puede conseguir a un precio muy asequible. «Cualquiera puede hacerse con ellos en buscadores con un poco de dedicación o si se pasea los domingos por la Plaza Nueva, donde todavía se compran y venden sellos», dice Serrato. Otra opción es acudir a uno de los pocos establecimientos especializado que quedan en la ciudad como Filatelia Vitoria. «No son sellos caros», certificaba su responsable, Juanjo Zurro, que recuerda que al coleccionismo hizo «bastante daño» el Caso Afinsa. En la actualidad está «asentado, sin altibajos».

Uno de los que más tirón ha tenido es el del centenario del Alavés. Esa imagen albiazul de 2021 –junto a un sello dedicada a 'Caminos de Santiago' en la que se ve la Catedral Nueva de Vitoria– es el punto y seguido de un viaje en el tiempo que arranca en 1962 con la reproducción del escudo de Vitoria. Fue en esos años sesenta cuando la dictadura franquista dejó de lado estampas propagandísticas para emitir otro tipo de sellos. «Para proyectar una mayor imagen de apertura en Europa se empiezan a emitir sellos de provincias y de personajes más liberales».

Un vistazo a las diferentes imágenes permite tener una idea de los principales festejos –como las fiestas de La Blanca–, conmemoraciones –400 aniversario de la Cofradía de la Virgen Blanca (2014) y 800 Aniversario de la Fundación de Vitoria (81)– o grandes eventos deportivos como la Final Four de Baloncesto (2019), el X Campeonato del Mundo de Pelota Vasca (86) y el centenario del Alavés. Pueblos y lugares con encanto como el Portalón (70), Laguardia y el parque natural de Izki (2019) también forman parte del recorrido. Y personajes como el compositor Jesús Guridi y su zarzuela 'El caserío'; la pedagoga María de Maeztu (89); el pintor Pablo Uranga, retratado por Zuloaga; decoraron los sobres de otra época.

En realidad, habría que remontarse bastantes años atrás para encontrar al primer vitoriano ilustre en un sello. En concreto, al año 50 y 55 cuando se produjeron timbres que franqueaban las cartas a Guinea Ecuatorial, entonces colonia española. En ellos aparece dibujado el gran explorador Manuel Iradier, cuya figura se politiza en época franquista con el fin de hacer del humanista un héroe del bando nacional. «Mientras que la República no explota del todo el mensaje en los sellos, el franquismo vio el carácter publicitario imbuido por la Alemania nazi y Goebbels. Se dieron cuenta de que la gente necesitaba escribirse igual que ahora mandamos 'wasaps', lo que hacía que hubiera un gran tráfico de correspondencia», explica Cerrato.

En la larga lista se recuerdan algunos errores monumentales. El ejemplo reciente más llamativo fue la marca dedicada a la provincia de León con una imagen de la Catedral de Burgos hace ahora cuatro años.

– ¿Fallos en las imágenes alavesas?

– Si se fija en uno de los sellos de 5 pesetas se darán cuenta. La reproducción es errónea ya se trata del escudo de Vitoria. Aparece nombrado como escudo de Álava.

El perfil del coleccionista: a partir de los cincuenta años. «Muchos han heredado colecciones de sus padres», explica Juan Cerrato, que calcula que ocho de cada diez de los sellos alaveses de Correos ha sido gracias a la iniciativa de miembros de la asociación alavesa, quienes se han encargado de proponer a la dirección de Correos algunos como el de la 'Final Force' o el del Alavés.

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