Salvando nuestras empresas mantendremos el empleo
Análisis ·
En 2008 se decidió salvar al sistema financiero para evitar el colapso. Ahora hay que salvar a empresas, autónomos y comerciosSon tiempos inciertos para todos nosotros. Tiempos que vivimos con inquietud, con temor por los datos de esta pandemia que sacude nuestro día a día ... y a nuestros semejantes, pero también con desazón e incertidumbre por la falta de pilares que apuntalen y asienten la salud de nuestras empresas.
Asistimos a un desolador escenario en el que gran parte de la red empresarial se va a encontrar próximamente en una situación de colapso y que debe evitarse con la mayor y necesaria urgencia. Solo así se evitará el cierre de numerosas empresas y autónomos y la pérdida de miles de puestos de trabajo. La pérdida, en resumen, del futuro de todos y todas.
Empresas y trabajadores nos necesitamos. Las empresas necesitan de sus trabajadores tanto como los empleados de sus empresas. Y todos estamos realizando un gran esfuerzo.
La situación a la que nos enfrentamos ha provocado una brutal crisis de ventas en empresas y autónomos. Una gran mayoría ha visto cómo sus ingresos han desaparecido o se han reducido de forma drástica. Frente a esta situación, el sector empresarial tiene que seguir afrontando cuantiosos compromisos en sus pagos fijos, lo cual está provocando una situación de inestabilidad económica y financiera.
En el año 2008 se adoptó la decisión de salvar al sistema financiero por considerarlo estratégico, ahora son necesarias acciones dirigidas a salvar a las empresas, autónomos, comercio, etcétera; y evitar así el colapso empresarial y la destrucción de más empleo.
Las aportaciones y medidas trabajadas conjuntamente y puestas en marcha tendentes a proporcionar liquidez son positivas, pero no son toda la solución para una parte importante del tejido empresarial que está necesitado de una reducción de sus costes fijos y de no iniciar un mayor endeudamiento a futuro.
Muchas actividades económicas llevan más de tres semanas cerradas y las previsiones indican que esta situación se prolongará. Otras empresas están trabajando a un ritmo reducidísimo que no permite soportar los costes fijos. Por lo tanto, es determinante la puesta en marcha urgente de medidas que permitan a las empresas y autónomos reducir sus costes fijos y para ello es fundamental una exoneración de la cuota de autónomos y de las cuotas a la Seguridad Social mientras dure el actual estado de alarma y con carácter retroactivo.
Medidas como una suspensión de la imposición fiscal general de todas las obligaciones tributarias para todas las empresas y autónomos, una acción ya efectiva en 22 países de nuestro entorno.
Es vital proceder al posterior fraccionamiento sin intereses de los mismos a lo largo de un año para que dichos pagos puedan ser asumibles.
Asimismo, es imprescindible una moratoria en los vencimientos de préstamos hipotecarios que tenemos las empresas y los autónomos para aliviar, de este modo, nuestros costes fijos.
En el ámbito laboral, en SEA insistimos en la necesidad de dotar de una enorme y mayor flexibilidad laboral para nuestro tejido empresarial, puesto que no tiene sentido obligar a mantener los puestos de trabajo durante seis meses si la recuperación va a ser lenta y sectorializada.
Entre nuestras solicitudes, los empresarios y autónomos consideramos que es de vital importancia inyectar dinero en la economía real -una vez que se supere la actual situación-, para reactivar con gran intensidad la actividad.
Con este motivo, consideramos necesario que las administraciones liberen importantísimos recursos económicos para ser destinados a inversión pública, apoyo al sector comercial y hostelero, planes renove, promoción turística o ayudas directas a autónomos y pymes.
Por último, reclamamos a las diferentes administraciones la puesta en marcha de una serie de medidas sin coste económico alguno para las arcas públicas y que tienen un impacto muy positivo en la actividad económica. Hay que planificar y llevar a cabo una ambiciosa simplificación administrativa que implique la reducción o eliminación de trabas burocráticas. Así, cuando llegue el momento de la recuperación será posible reactivar con fuerza la actividad económica.
Necesitamos un replanteamiento administrativo con el fin de acelerar, agilizar y abreviar todos los procesos de concesión de licencias de proyectos empresariales, de forma que este impulso se convierta en una importantísima herramienta de aceleración a la salida de esta crisis.
Son las empresas y los autónomos los que crean los puestos de trabajo, los que protagonizarán la recuperación, los que regenerarán la economía. Debemos ser capaces de protegerlos con urgencia y con medidas excepcionales en estos próximos meses.
Los empresarios y autónomos queremos conservar en el futuro todos los puestos de trabajo. Ese es nuestro mayor interés. Solo si salvamos las empresas conservaremos los empleos.
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