Rioja pone coto al vino barato
El Consejo Regulador pone en marcha un ambicioso plan para descalificar vinos de dudosa calidad y producciones de uva excedentarias
Alberto Gil
Sábado, 24 de junio 2023, 01:30
La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja actuará para controlar la calidad de las botellas que se compran en los lineales y en la hostelería. ... Es una de las medidas incluidas en un novedoso plan de control y de calidad propuesto por los servicios técnicos y que ayer pasó por el pleno del Consejo Regulador, ya que era necesaria la modificación de dos acuerdos anteriores tomados en los años noventa del siglo pasado.
La iniciativa pretende eliminar los vinos y las uvas de peor calidad con un mayor control en la bodega y en el viñedo, al mismo tiempo que quiere poner fin también a prácticas 'normalizadas' durante muchos años y que, en realidad, se amparaban en interpretaciones más o menos laxas del pliego de condiciones. Se busca hacer un seguimiento más exhaustivo de la superproducción en determinadas parcelas de viñedo.
En cuanto a los vinos, hasta ahora el Consejo Regulador invertía muchos recursos económicos y humanos en el proceso inicial de calificación, nada más terminar la vendimia, y se pretende redirigirlos también hacia el producto terminado, incluso ya en el mercado, de momento con inspecciones de botellas en los lineales de alimentación -en la hostelería también se actuará pero está por definir la manera de hacerlo- mediante la cata sensorial de las mismas, de forma que, si los servicios técnicos consideran que no da la talla para llevar la contraetiqueta de Rioja, podrían descalificarse partidas completas.
El plan de acción propone como objetivo principal de este control en puntos de venta los embotellados por encargo (los conocidos como para/por) y aquellas botellas que estén por debajo de los precios medios de Rioja marcados por la consultora Nielsen: 3,13 euros para vinos jóvenes; 5,65 para los crianzas, y 9,05 para reservas y grandes reservas.
Requisitos mínimos
Otras medidas de control pasan por el seguimiento más exhaustivo de los movimientos internos de vinos en graneles, así como el testeo de partidas antes de salir al mercado para comprobar que las botellas que van a ser amparadas por la marca Rioja cumplen con los requisitos mínimos.
El plan actuará también, incluso con medios de inteligencia artificial, sobre los viñedos para el control de las producciones. En este sentido, la intención es monitorizar prácticamente parcela por parcela la denominación y calibrar la carga de uva de las mismas. Cuando se detecte una superproducción, se remitirá una carta al viticultor en la que se le instará a tomar medidas para reducirla.
Habrá, asimismo, un control sobre los viñedos viejos, incluso centenarios que, por su escasa producción, no se vendimian en algunos casos pese a ser de gran calidad como así se ha constatado. La idea es controlar que no se cubran las cartillas con viñedos de producciones elevadas y se queden sin recoger esos viejos viñedos por comodidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión