La pintura a gritos y en calma de Irene Carmona

Remanso se traduce como 'urlo' en euskera. Y en italiano cuando alguien pronuncia 'urlo' se refiere al acto de gritar. A la artista Irene Carmona (Granada, 1996), la palabra siempre le había remitido a ese territorio imaginado y «contemplativo» que encuentra cuando está inmersa en la creación de una pintura. A esa calma en la que se sumerge con cada pincelada. Sin embargo, cuando conoció ese contraste entre lo que supone pronunciar 'urlo' en euskera e italiano, tuvo claro que tenía un título para su exposición.

«Es un título abierto y pienso que esa disparidad existe en mi pintura. Hay cuadros mucho más tensos y otros más calmados», señala la ganadora del programa de colaboración entre Montehermoso y la Facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU. Hasta el 13 de septiembre se puede ver en la sala Jovellanos del centro cultural 'Urlo', una exhibición de una veintena de cuadros de diferente tamaño en la que aparecen paisajes oníricos, figuras femeninas desdibujadas o un retrato de una joven en un ascensor.

Aunque la escuela de esta artista granadida es la pintura al natural, en los últimos meses ha empleado la fotografía como material base para sus composiciones pasando más tiempo en el estudio. «Me sirve para captar ciertas composiciones y esa plasticidad que ves en un momento en el que vas caminando para después llevarlo al estudio y trabajar con ello», cuenta la creadora, con máster en Pintura por la Universidad del País Vasco. La acumulación de diferentes imágenes en su ordenador agrupadas en carpetas por analogías plásticas -colores, ciertos movimientos...- ha ido alimentando su imaginario creativo. Y a partir de diferentes instantáneas -no una sola- da forma a sus pinturas. «No puedo evitar que me salga una cosa diferente de lo que veo», apunta esta artista alejada del realismo y con reminiscencias de referentes como Joaquín Sorolla en la estilización de las figuras o David Hockney por el apoyo en la fotografía para esa inspiradora mirada.

Carmona reconoce que el título se le ocurrió hace dos semanas desechando el anterior ('cuerpo inefable'). Este no ha sido el único cambio durante el proceso ya que al presentar un borrador del proyecto se planteó combinar fotografías y pinturas en la exhibición. Por «coherencia visual» decidió incluir únicamente lienzos. Y se aprecia en el resultado. En muchos de ellos emplea el óleo sobre la acuarela con obras que ganan así «carnosidad». Además incluye algunas obras de pequeño formato que realizó durante la cuarentena que encajan perfectamente con la estética general. La muestra está comisariada por Cristina Arrazola, quien destacó que es la primera seleccionada en el programa de colaboración con la Universidad del País Vasco que emplea la pintura. La octava convocatoria de proyectos artísticos del programa 'Montehermoso+UPV/EHU' continúa abierta hasta el 25 de septiembre.