«La recaudación en Álava bajará 100 millones, pero no habrá ajustes en temas sociales»

- ¿Ya tienen calculado cuál será su efecto en las arcas públicas?

- Llevamos semanas trabajando en posibles escenarios. La estimación es que la caída de recaudación para todo el territorio histórico de Álava esté por encima de los 500 millones de euros, si bien la mayoría repercutirán en la aportación que dejará de ir al Gobierno vasco.

- Pero ¿cómo se verá afectada la Diputación?

- El presupuesto que aprobamos en diciembre ascendía a 518,3 millones y el impacto de la crisis será de entorno a 100. Tenemos que seguir pendientes de muchos indicadores que nos marcarán la afección final, pero las estimaciones apuntan a que estamos ante una caída de la recaudación sobre el 20%, que se traducirán en menos recursos para las entidades locales.

- ¿Siendo optimistas o pesimistas?

- Realistas. Atendemos a la situación actual del tejido económico. No estamos pensando sólo en 2020, sino que trabajamos con la perspectiva de los ejercicios siguientes.

- ¿Qué aspectos reducen la recaudación?

- Es previsible que los ERTEs que se están produciendo afecten de forma importante a las retenciones por trabajo; es decir, a los ingresos por IRPF. También es previsible que la situación industrial, del comercio y la actividad de los autónomos tenga una afección negativa importante al impuesto de sociedades.

- ¿Qué receta aplicarán en esta crisis?

- Tendremos 100 millones menos de recaudación, pero mantendremos el presupuesto de políticas sociales y, por otra parte, tendremos en cuenta la recuperación del tejido económico. Queremos recuperar la buena salud económica que teníamos antes de vivir esta situación tan excepcional.

- Si pretenden mantener el presupuesto en políticas sociales con un 20% menos de recursos, el resto de departamentos sufrirán caídas importantísimas.

- Estamos trabajando en una reestructuración del presupuesto. Tenemos localizadas las partidas que han surgido durante estos meses por esta epidemia. Además, hay contratos que no se han ejecutado y supondrán ahorro. Por otra parte, vamos a identificar qué inversiones pueden esperar porque no tienen una incidencia directa. También apelaremos al máximo de deuda que la ley nos permita alcanzar. Y, si es necesario, utilizaremos los recursos propios tras la buena gestión de los ejercicios anteriores.

- ¿Se entiende que se mantengan límites tan estrictos sobre la deuda cuando la situación es distinta a la anterior crisis?

- Vamos a utilizarlo al máximo de lo que nos permite la ley de estabilidad presupuestaria, pero apelamos a que la opción de recurrir a deuda sea más amplia.

- ¿En 2020 renuncian al auditorio y a la reforma de Mendizorroza?

- Atendiendo a la situación actual, la ciudadanía comprende que hay proyectos, como los que usted ha hecho referencia, que pueden esperar.

- ¿Y alguno más?

- No puedo concretar más. Tenemos reuniones constantes para escuchar las necesidades imprescindibles de cada departamento.

- El diputado general ya marcó que no se va a frenar la obra pública como en 2008.

- Habrá inversiones públicas. Son necesarias porque forman parte de esa recuperación con sectores y trabajadores afectados.

- La diputada de Cultura ya ha avisado que su departamento no será «pagano» de esta situación. ¿De dónde van a recortar?

- De todos los departamentos, sin excepción. Ahora están haciendo un esfuerzo importante para determinar cuáles van a ser sus prioridades.

- ¿Cómo cambian los planes del Gobierno foral al pasar del objetivo de alcanzar pleno empleo a 37.718 afectados por ERTEs?

- Estamos trabajando en un plan de recuperación que nos permita no sólo tomar medidas en este momento para atender las necesidades más acuciantes, sino tener una previsión de futuro para reactivar el tejido económico y aprovechar las nuevas oportunidades que puedan surgir.

- Las empresas alavesas hablan de un futuro «desolador» por falta de pedidos.

- Bueno. Habrá que ver cómo se encuentran los diferentes sectores del tejido económico, no todos estarán afectados con la misma intensidad. Desde ese punto de vista ahondaremos en qué medidas podemos adoptar por los diferentes departamentos. Aparte tendremos que ver lo que hace el Gobierno vasco para no solaparnos o incurrir en posibles duplicidades.

- Cuando Mercedes tose, Álava enferma. ¿Le preocupa la histórica caída del 18% en la producción de vehículos?

- Indiscutiblemente. Estamos atentos al impacto económico de esa previsible menor capacidad de producción y en este caso sobre todo por la incidencia que pueda tener en el empleo, que es el principal elemento que ahora nos preocupa.

- Bizkaia va a permitir a las pequeñas empresas que aplacen el pago del Impuesto de Sociedades y dará créditos a autónomos. ¿Seguirán con el ejemplo?

- Estamos valorando su aplicación, pero en estos momentos hay que actuar sin precipitación. Lo importante es que se está trabajando y eso nos va a permitir próximamente visualizar medidas concretas, detalladas y específicas. Lo sustancial es que tengamos una seguridad de que las medidas que hemos tomado y tomaremos sean certeras para recuperar esa buena salud económica o identificar nuevas oportunidades. La precipitación no es buena. Necesitamos un poco más de tiempo para trabajar.

- ¿Cuánto?

- Ahora lo principal es esa reestructuración del presupuesto. Estamos escuchando a todos los agentes sociales, económicos y culturales que nos rodean para que con sus aportaciones y reflexiones nos planteen sus necesidades, eso nos permitirá articular realmente un plan que pueda responder a la realidad. La precipitación en estos momentos no es buena.

- ¿Acaso Bizkaia se está precipitando?

- Cada diputación tiene sus ritmos. Cada territorio conoce su tejido económico y tiene sus dinámicas de funcionamiento. En absoluto. Nosotros estamos haciendo este planteamiento y nos permite tener una visión más amplia para tener medidas efectivas, así podemos ver cómo se están articulando otras medidas sin incurrir en duplicidades.

- ¿El carácter industrial de Álava hará más complicada la salida que en otras provincias?

- Estamos en un territorio exportador. La recuperación va a depender de manera importante en cómo se produzcan las desescaladas en los países de nuestro entorno más cercano. Eso nos indicará cuál es la capacidad de recuperación de nuestro tejido industrial.

- ¿Hay que replantearse el modelo?

- Las empresas que, de alguna manera, están más digitalizadas han podido afrontar mejor esta situación y continuar con su actividad. Eso nos parece importante. Hay que identificar espacios económicos dentro de esta crisis sanitaria que ha golpeado de forma tan dura a muchas familias. Estas empresas tienen una capacidad de generar empleo más limitada, pero hay que tenerlas presente.

- Bizkaia ya ha inyectado 96 millones de euros a través de planes renoves y créditos a autónomos. ¿De cuánto será la aportación en Álava?

- La necesidad de las medidas determinará su cuantía final. Iremos trabajando para concretar el alcance económico. Ya hemos puesto 180 millones de liquidez inmediata para familias y trabajadores a través de la anulación de los pagos fraccionados a autónomos y la demora hasta noviembre de los pagos por la campaña de la Renta. A partir de ahí se está haciendo un esfuerzo muy importante de tesorería para poder soportar esta situación, pero es lo que ahora necesita la ciudadanía.

- ¿Y si hay recaída en otoño?

- Es un escenario que tenemos presente, aunque también es cierto que hemos demostrado una capacidad de adaptarnos y de estar más preparados de lo que parecía en un comienzo. Es un horizonte que, en principio, no creemos que se vaya a reproducir, al menos en la misma dimensión, pero estamos atentos y dispuestos para adaptarnos de forma ágil a cualquier escenario que pueda darse. Hay que estar vigilantes a los indicadores de salud para actuar con inmediatez y evitar una nueva situación como esta.