Un queso alavés de Aguiñiga gana el concurso del Último Lunes de Octubre en Gernika

La quesería de Aguiñiga, en el valle de Sierra Salvada, triunfa por encima del resto y José Ramón Martínez no podía ocultar su satisfacción. «Es el segundo gran premio de este año, el primero ha sido mi nieta», aseguraba minutos después de recibir el galardón, que sostenía en una mano al tiempo que en la otra tenía a la pequeña.

A su juicio, una de las claves de ser el preferido del jurado radica en la utilización de leche propia con un alto nivel nutricional. Además, la calidad de su producto está garantizada al controlar todo el proceso de elaboración, «desde los verdes prados de Aguiñiga donde pasta nuestro rebaño hasta su comercialización».

Por ese motivo, considera que el queso de pastor artesanal no está bien valorado. «Todo el trabajo y el esfuerzo que hay por detrás, no tiene precio», sostiene, aunque reconoce que en los últimos años han registrado un repunte en la venta de este producto. «En especial, entre la gente joven, que cada vez, aunque sea poco a poco, pero aprecian más el queso de pastor», señala Martínez, quién recalca que resulta imposible competir con las grandes firmas comerciales.

La destilería Pacharán Zoco se llevó a Navarra la mitad del queso alavés ganador en Gernika y pagó por él en la subasta 6.600 euros, cien más que el restaurante Lezika, de Kortezubi.