Uno de cada diez pueblos de Álava, en «alto riesgo» de quedarse sin vecinos
Un estudio encargado por la Diputación a la UPV alerta sobre la caída de habitantes en las cuadrillas de Añana y la Montaña Alavesa
La lucha frente a la 'Álava vaciada' se fijó como uno de los grandes retos de la presente legislatura. Se creó un departamento específico dentro ... de la estructura de la Diputación y se encargó a la UPV un exhaustivo análisis para conocer en qué situación exacta se encuentra el territorio histórico. Sus conclusiones se presentaron ayer en las Juntas Generales. Evidencian que el 60% de los 426 núcleos de población que hay en la provincia tienen menos de 50 habitantes y un tercio (145) ni siquiera supera los 25 vecinos. Pero lo que más preocupa es lo que afecta a 45 pueblos concretos (el 10% del total): están en un «riesgo muy alto de despoblación».
Estos concejos «primordialmente» se concentran en las cuadrillas de Añana y Montaña Alavesa, y entre ellos se encuentran algunos tan reconocidos como Kontrasta, Korres, El Campillar, Angostina, Villafría o Villamaderne. Son pequeñas entidades con problemas de relevo poblacional. «A escala municipal hay dos ayuntamientos que se encuentran en riesgo muy alto de despoblación: Valle de Arana y Lagrán», apuntó Pilar García de Salazar, titular del área foral de Reto Demográfico.
Una de las razones principales para esta merma de habitantes en los núcleos urbanos es que están localizados «en zonas periféricas, más alejadas e inaccesibles». Porque en las poblaciones ubicadas «bajo la sombra» de Vitoria, es decir, aquellas que están a menos de 25 minutos de distancia en automóvil, sí que se ha observado un crecimiento de viviendas unifamiliares. «La desconcentración residencial ha favorecido a aquellos que gozan de mejor accesibilidad con Vitoria o con una línea de transporte público directa», comentó en comisión.
El estudio apunta que muchos pueblos de Álava están registrando una merma continua de habitantes (lo que se denomina 'despoblación'), pero la gente no está abandonando de forma sistemática esa zona rural para 'mudarse' a la ciudad ('despoblamiento'). Es decir que la caída sobre todo se debe a cuestiones naturales como fallecimientos y falta de nacimientos. «En Álava el retroceso demográfico de los últimos veinte años no es un fenómeno generalizado, sino que afecta principalmente a los pequeños municipios y las áreas ya de por sí menos pobladas», constató la 'número dos' de Ramiro González.
La directora del estudio, la doctora en Geografía Mari Cruz Porcal, afirmó que el territorio se encuentra muy lejos de los problemas que existen en Teruel, Soria o Zamora. «Aquí, uno de los principales motivos de esta situación radica en el fuerte desequilibrio que se presenta en la distribución de la población, ya que el 75% se concentra en Vitoria», justificó.
El análisis alerta que la tasa de juventud aumenta a medida que lo hace el tamaño demográfico de cada entidad local. O sea que sus vecinos son mayores a medida que los pueblos son más pequeños. «También se confirma que la despoblación rural guarda relación con la masculinización de sus habitantes», indicó la diputada de Reto Demográfica, quien apuntó que el 57% de los pueblos tiene población de origen extranjero. Se trata de un fenómeno que se ha disparado desde 2001, cuando era casi la mitad y sobre todo se ha acentuado en la cuadrilla de Rioja Alavesa.
«Nos encontramos, como muchas otras zona rurales en el mundo, ante un desafío socio-territorial, que es un reto complejo porque el atractivo de las ciudades tiene gran influencia a la hora de que las personas decidan dónde vivir o trabajar. Luchamos contracorriente y una de las claves para tener éxito es, sin duda, hacer también nuestros pueblos atractivos», apostó García de Salazar.
Oportunidad
Una de las amenazas para fijar población es la reducción de personas que se dedican a la actividad agrícola y ganadera. Se ha comprobado que esta caída no se atenúa con la oferta de empleo en la zona rural, pero se confía en que el teletrabajo supondrá una oportunidad para atraer a la zona rural personas más jóvenes «aprovechando la cobertura de internet de banda ancha y la elevada calidad paisajística y ambiental.
Pero, ¿qué medidas se pueden tomar para evitar la despoblación? Entre las conclusiones presentadas ante las Juntas Generales destaca la posibilidad de realizar un trabajo conjunto con el Gobierno vasco para la adquisición, alquiler y rehabilitación de viviendas en la zona rural. No sólo eso. También se está trabajando para la posible creación de deducciones fiscales especiales para quienes desarrollen su actividad en los pueblos y bonificaciones para familias con hijos. «Tenemos un gran reto que nos exige actitudes abiertas, ilusión, trabajo en común y no dar nunca por sentado que ya se hace lo suficiente. Pero lo cierto es que la decisión de dónde vivir la toma cada persona de forma individual en base a factores y motivos diversos», reconoció Pilar García de Salazar.
Por cuadrillas
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Añana. Atiega (Añana); Andagoia, Aprikano, Etxabarri-Kuartango, Iñurrieta, Jokano y Marinda (Kuartango); Basquiñuelas y Leciñana de la Oca (Ribera Alta); Acebedo, Basabe, Bóveda, Guinea, Lahoz, Nograro y Villamaderne (Valdegovía).
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Ayala. Aloria (Amurrio), Etxegoien y Luxo (Ayala), Mendieta (Artziniega).
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Gorbeialdea. Gantzaga (Aramaio); Beluntza (Urkabustaiz); Jugo (Zuia).
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Llanada Alavesa. Andoin (Asparrena); Jauregi (Iruraiz-Gauna); Axpuru, Bikuña y Luzuariaga (San Millán).
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Montaña Alavesa. Cicujano, Korres, Onraita y Vírgala Menor (Arraia-Maeztu); Angostina, Arluzea, Izartza, Kintana, Urarte y Villafría (Bernedo); Villaverde (Lagrán); Loza (Peñacerrada); Villamaderne (Valdegovía); Alda, Kontrasta y Ullíbarri-Arana (Valle de Arana).
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Rioja Alavesa. El Campillar (Laguardia).
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Vitoria. Argandoña.
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