PSE-PNV ultiman un acuerdo con Bildu para salvar in extremis el Presupuesto de Vitoria
El pacto, muy cercano, replica la dinámica de los recientes consensos en la política vasca. Los grupos cambian el calendario ante el inminente cierre de las negociaciones en el Ayuntamiento
Vitoria se encamina a una aprobación in extremis de su Presupuesto de 2024 tras un vuelco total en su escenario político. Tal y como ha ... adelantado en exclusiva EL CORREO, el equipo de gobierno de Maider Etxebarria (PSE-PNV) ultima un acuerdo con EH Bildu –Rocío Vitero ganó las elecciones– para salvar las Cuentas del próximo año, que ascienden a 458,9 millones de euros. Se trata de una fórmula con un solo precedente en el Ayuntamiento, fruto del pacto para privar a Javier Maroto (PP) de la Alcaldía. Fue en 2016, pero el contexto actual es si cabe más complejo, a las puertas de las elecciones autonómicas y en un ambiente inflamable por el entendimiento entre el PSOE y la coalición soberanista en Madrid y, sobre todo, en Pamplona.
Las negociaciones se encuentran «todavía abiertas» y se han cocinado a fuego lento durante varias semanas. Las formaciones se resisten todavía a dar por sellado el acuerdo «hasta el último minuto». Esto se debe, además de los habituales virajes de última hora (en especial en Vitoria), a la fragilidad que existe en las relaciones entre PSE-PNV y EH Bildu. En el último debate fiscal, el grupo abertzale decidió retirar su propuesta a pocos minutos de que se votara para evitar que el equipo de gobierno «hiciera un uso parcial y partidista» de su planteamiento.
458,9 millones de euros contempla el presupuesto de Vitoria para 2024. Son 24,5 millones más que el pasado año.
El acercamiento prácticamente definitivo ha llegado en las últimas horas, en las que portavoces del equipo de gobierno han señalado que «hasta el último momento hay partido». De hecho, las conversaciones se están llevando a cabo «con la máxima discreción» ante el temor de que cualquier paso en falso eche por tierra el inminente acuerdo. Pero la negociación no puede estirarse más allá del viernes. Será entonces cuando se celebre el debate de las enmiendas, que estaba previsto para este miércoles, tras un cambio en el calendario solicitado por los tres grupos implicados ante la inminente firma. En todo caso, las posturas están tan próximas que una ruptura supondría un tsunami en la política municipal.
Más allá de los entresijos propios de la negociación a nivel local, resulta evidente que el contexto favorable para el acuerdo ha jugado un papel determinante. Algo que hace tan sólo unos meses resultaba del todo improbable por la cercanía de las elecciones autonómicas y los últimos acuerdos del gobierno PSE-PNV, incluida la investidura de Maider Etxebarria que llegó de la mano del PP, se ha convertido en el escenario más proclive. Hace sólo unas días, la propia alcaldesa veía la prórroga del presupuesto de este año como la opción más «factible».
Tras varias reuniones a tres bandas, los socialistas han llevado los contactos en los últimos días
El entendimiento de Vitoria, en cualquier caso, hay que enmarcarlo con una perspectiva más amplia por los últimos pactos en el Parlamento vasco para salvar las leyes de Transición Energética y Cambio Climático y de Infancia. A menor escala, figuran los acuerdos presupuestarios de Iruña de Oca y Oion (este último con abstención del PSE).
Socios descartados
El cercano acuerdo en Vitoria rompe la tendencia de desbloqueo que había instaurado el PP en las diferentes sociedades públicas municipales en este primer cuarto de legislatura y, sobre todo, con la sintonía con Elkarrekin Podemos, que facilitó los cuatro presupuestos del segundo mandato de Gorka Urtaran (PNV). La formación morada fue la primera opción que exploró el equipo de gobierno local, ya que era el socio más cómodo con el que fotografiarse. Lo era para el PSE y aún más para el PNV. Sin embargo, el clima de «desconfianza» mutuo se ha impuesto en las últimas semanas, hasta el punto de reflejarse en una enmienda a la totalidad firmada por los morados.
La vía del PP, mientras tanto, se diluyó después de que la portavoz popular, Ainhoa Domaica, se desmarcara la semana pasada del acuerdo al percibir «falta de voluntad» en el Gabinete Etxebarria. Se da la circunstancia de que en las Juntas Generales, si bien los populares no respaldaron los presupuestos forales sí apoyaron al PNV para sacar adelante la deflactación del IRPF, lo que reabrió la vía de acuerdos entre nacionalistas y conservadores.
Los grupos dan todavía por «abierta» la negociación, pero una ruptura ahora supondría otro tsunami
Tras varios contactos a tres bandas durante las primeras semanas, han sido los socialistas quienes han llevado la voz cantante del equipo de gobierno en los últimos detalles de la negociación presupuestaria. En cualquier caso, el más que probable pacto de Vitoria mete de lleno a EH Bildu en el tablero político municipal como agente principal tras varios años de recelos e incluso algunos encontronazos.
La negociación arrancó con una diferencia importante en el aspecto económico, ya que Rocío Vitero planteó enmiendas por valor de 12 millones de euros, una cifra alejada de los últimos pactos presupuestarios. Sin embargo, el hecho de que ambas partes evitaran airear estas cantidades hasta la recta final de la negociación ha contribuido a mantener la puerta abierta de manera «discreta».
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