PNV, Bildu, PSE y Elkarrekin eluden en Álava debatir sobre la «obligación» del euskera en las administraciones vascas

Semejante desplante, que algunos grupos como el PSE justificaron en que la propuesta había sido por la formación de extrema derecha y en esas ocasiones ellos no van a intervenir, ha encendido los ánimos en la Cámara foral. «Me parece una falta de respeto que no se salga a intervenir en un debate que está en la calle, no sé si es porque lo presenta Vox. En la víspera del 24 aniversario del asesinato de Fernando Buesa (ex diputado general y líder del PSE alavés), me parece inaceptable por parte de los grupos que no dejaron de salir a la tribuna cuando había un grupo que ni siquiera condenaban esos atentados. ¿Qué falta de respeto es esta?», ha cuestionado el presidente territorial del PP, Iñaki Oyarzábal, generando una enorme indignación en la bancada socialista. «No me parece adecuado que se manipule un asesinato», ha interrumpido su portavoz, Josu López Ubierna.

«PNV y EH Bildu nunca han querido que nadie hable del euskera y lo han convertido en un tema tabú. ¿Sólo pueden hablar los nacionalistas sobre política lingüística? Los que sí lo hacemos nos arriesgamos a que nos etiqueten de 'antivasco' o enemigo del euskera. Pero que no intervenga el PSE es porque se les caería la cara de vergüenza de lo que están permitiendo en el Gobierno vasco», ha ahondado Oyarzábal, quien ha recordado cómo la candidata a lehendakari Idoia Mendía se comprometió a «eliminar la injusticia» que -como quedó registrado en un spot electoral- supone que no dejen entrar en las administraciones públicas a las personas que no saben euskera. El dirigente popular ha centrado sus dardos en los socialistas hasta el punto de tildarlos de «comparsa» del PNV.

Antes de que estallara la polémica en las Juntas, el PP había criticado un decreto de normalización del idioma que «pretende dar mayor preferencia de la que ya disfrutan a los que tienen perfil lingüístico incluso en plazas que no requieren conocimiento del idioma. «Por lo tanto, será misión imposible conseguir un puesto en la administración para los vascos que no hablan euskera. Pretenden dejar fuera al 80% de los vascos», ha considerado Oyarzabal, quien ha defendido que ese tipo de medidas sobre todo afectan a los alaveses.

Pero el líder conservador ha defendido que las consecuencias de esa «imposición» de la lengua vasca ya tiene consecuencias en Osakidetza, que ha tenido que reconocer la falta de profesionales en 52 especialidades y, por eso, ha abierto las puertas a reclutar sanitarios en Latinoamérica. «¿Cómo puede ser que llevemos años dejando escapar y expulsando del sistema sanitario vasco a magníficos profesionales por no saber euskera? ¿Cómo puede ser que se dificulte la captación de profesionales de otras comunidades que estarían dispuestos a venir a trabajar aquí por el empeño de mantener determinadas exigencias lingüísticas cuando faltan médicos?», ha cuestionado

«No es una percepción subjetiva, sino una realidad palpable que afecta a la vida de muchos alaveses. Ustedes (en referencia a las fuerzas nacionalistas) en ocasiones mencionan que estas políticas lingüísticas están destinadas a preservar y promover la cultura e identidad vasca. ¿A qué coste? No es justificable sacrificar la igualdad de oportunidades y el bienestar de los alaveses en aras de una agenda lingüística perpetuando la discriminación», ha afirmado Jonathan Romero, de Vox, que ha considerado «vergonzosa e inaceptable» la postura de los nacionalistas.