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Borja Mallo
Martes, 20 de mayo 2025, 20:07
La crisis de los jardines sigue quemando días de huelga en Vitoria encaminándose hacia los dos meses de duración sin que empresa y trabajadores hayan ... llegado a un acuerdo para mejorar las condiciones laborales de los empleados. Y en el horizonte aparece ya una fecha clave que ha hecho que la preocupación social aumente: el comienzo este mismo viernes de la campaña de verano en las piscinas de Mendizorroza y Gamarra.
Como en el resto de las zonas ajardinadas de la ciudad, el césped de estos dos complejos está sin segar porque esa labor le corresponde a los operarios de Enviser, que han detenido su actividad. Y en este caso la afección a los ciudadanos es más directa, al ser las zonas donde los usuarios se colocan con sus toallas y enseres. Según ha podido saber EL CORREO, el Ayuntamiento está «trabajando en busca de soluciones para abrir las piscinas en el mejor estado que sea posible».
Con la hierba alta o segada, de lo que no hay ninguna duda es de la apertura de las instalaciones este viernes, tal y como estaba previsto. «La idea es abrir las piscinas porque sus abonados tienen derecho a disfrutar de ellas. Veremos si se puede hacer algo que mejore la situación, pero el 23 de mayo se abrirán», ha señalado la teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal.
Una postura corroborada pocos minutos después por la concejala de Deporte cuando fue interpelada por la oposición durante la comisión del ramo. «¿Qué nos quieren decir? ¿Que no abramos porque la hierba está alta? Hay muchas otras zonas en las que se puede estar, no todo es hierba, y los espacios deportivos están en condiciones óptimas. Con lo cual, el 23 de mayo abrimos», ha decretado la socialista Ana López de Uralde.
Desde el Ayuntamiento se entiende que no se puede postergar la apertura del servicio de piscinas por el hecho de que la hierba se encuentre alta. Y remarca que ya ha habido personas que han accedido a Mendizorroza o Gamarra durante los últimos días sin perjuicio de esta situación excepcional.
Entre las soluciones de emergencia para la crisis de los jardines no se encuentra, por el momento, la aplicación de unos servicios mínimos durante la huelga. Como explican fuentes del Gobierno vasco, «no hay derechos esenciales que proteger» en este caso.
La única vía para poder activar unos servicios mínimos sería que los técnicos reportasen «algún problema grave para la salud pública». En ese caso, se podrían decretar distintas medidas como limpiezas especiales, cortar en un determinado punto el césped o una actuación puntual si hay riesgos. En todo caso, por el momento en Lakua no han recibido ningún informe de este tipo, ni desde la dirección de Salud Pública ni desde el Ayuntamiento de Vitoria.
Tras mantener el lunes una reunión con los jardineros en huelga, la teniente de alcaldesa,Beatriz Artolazabal (PNV), ha tenido una nueva toma de contacto con la dirección de Enviser, la empresa responsable del cuidado de las zonas verdes de Vitoria. En la misma, la concejala le ha trasladado «con total claridad la necesidad de seguir mejorando la última propuesta» que ha puesto sobre la mesa porque resuelta «insuficiente». Fuentes municipales aseguran que «la empresa se ha comprometido a ello» y trabajará «en una mejora».
Poco antes de esta reunión, Artolazabal también ha hecho un llamamiento público a los trabajadores a abandonar la posición que llevan manteniendo desde que el desencuentro condujese a la huelga. «Creo que se ha producido un cambio por parte de la empresa en cuanto a realizar ofertas, aunque la plantilla aún las vea insuficientes. Le exigí que fuera proponiendo alternativas y que vaya acercándose a la propuesta de los trabajadores, pero en toda negociación hay que moverse de los planteamientos iniciales. La empresa ha hecho dos ofertas y los trabajadores siguen con la misma plataforma de cuando empezó la huelga», ha asegurado.
Tal y como reconoció la teniente de alcaldesa, las diferencias entre el salario que reclaman los trabajadores y la oferta de Enviser todavía son importantes: «Es una plataforma reivindicativa de once puntos, pero el nudo gordiano es el incremento del salario. La petición que han hecho los trabajadores está lejos de lo que la empresa está proponiendo. Pero vamos a trabajar para que se acerquen más, en la medida que se pueda».
En este sentido, lo que no se contempla es el incremento del pago que realiza el Ayuntamiento a la concesionaria. «Tal y como está firmado el contrato, nosotros no podemos mejorar esos precios. Hay una cláusula que dice que no hay revisión hasta que finalice», ha zanjado.
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