Piden 6 años de cárcel a un vecino de Vitoria por abusar sexualmente de una mujer anulada por el alcohol
La acusación particular apunta que el procesado, en prisión por otros delitos, le habría echado «burundanga» en la bebida
Como ya ocurriera hace quince días con otro caso de similar signo, la Audiencia Provincial de Álava deberá decidir si un vecino de Vitoria de ... 38 años abusó sexualmente de una conocida tras una noche de –como mínimo– alcohol. Ayer miércoles, ambos involucrados relataron versiones opuestas sobre un episodio fechado en el verano de 2020. La Fiscalía y la acusación particular solicitan 6 años de cárcel y su posterior expulsión a su país, Argelia. Por su parte, la defensa pide la absolución.
Durante la vista oral, que se prolongó hasta media tarde, la víctima manifestó que no recordaba «nada» de aquella velada. Sin embargo, al día siguiente se despertó «sin ropa interior» y con numerosas heridas superficiales. Le pidió explicaciones por whatsapp y «él me echo la culpa a mí», lo que le generó un sentimiento de «vergüenza y culpa».
De ahí que tardara dos días en compartir su experiencia. A partir de ahí, Osakidetza alertó a la Ertzaintza y se activó la rueda de la Justicia. «No quería denunciar», explicó por videoconferencia desde su país, Colombia. Dos años después aún sufre un «trastorno» que, según los peritos que hablaron ayer, «compatible con los hechos denunciados y otras circunstancias vitales», como su preocupación por sus hijos.
«Me tiró a la cama»
El letrado de la acusación particular apuntó que el investigado le echó «burundanga» (droga que anula la voluntad). Pero como los exámenes médicos se hicieron pasadas 24 horas de los hechos cualquier posible resto en el organismo ya habría desaparecido.
El acusado, en prisión por otros pecados, habló de relaciones consentidas. Tras tomar juntos «dos copas y dos chupitos» en un bar, la acompañó a su casa al verla disgustada tras una conversación telefónica con su pareja. Una vez arriba, aseguró que esta mujer se le insinuó, «me tiró a la cama» y tuvieron relaciones «una hora».
Una de las claves podría estar en tres mensajes de whatsapp enviados desde el móvil de la mujer al procesado sobre las 3.50 horas de la madrugada del día de los hechos. La jueza Elena Cabero la preguntó por ellos y la víctima negó haberlos enviado.
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