La patata de Álava hará caja en un año de «precios altos»
El producto más emblemático del territorio apunta a una cosecha de buenos rendimientos justo cuando Europa come más tubérculos
Entre todos los productos de los agricultores alaveses hay uno que se perfila para despuntar este año: la patata. El tubérculo, emblema del sector primario ... del territorio, se perfila para un año en el que se van a juntar las dos cosas que más gustan a cualquier empresario: disponer en abundancia de un producto con mucha demanda.
Y eso es lo que está pasando este año con la patata. El tubérculo es un producto que escasea en España y es necesario importarlo desde el extranjero para cubrir la demanda internacional. Así lleva dándose en la balanza comercial española desde 1995.
Sin embargo, el crecimiento del consumo de este producto a lo largo y ancho del continente apunta a un año en el que España no va a tener tan sencillo importar este producto de países como Francia u Holanda, lo que va a producir un auge del precio de la patata en los próximos meses.
Así lo corrobora Alfonso Sáenz de Cámara, director general de Udapa. La patata, sostiene, «es un producto con necesidades crecientes en Europa», aunque la tendencia se está dando en todo el mundo. Y aunque este año se sembró «un poco pronto», las fechas de siembra siguieron siendo «buenas». El calor que ha sufrido el tubérculo se ha podido suplir con agua de riego.
La fuerte demanda del continente libera a la patata alavesa de competidores como Holanda o Francia
La patata alavesa es la última de España en salir al mercado. Antes las del sur de España han funcionado con «precios altos» y la perspectiva para las alavesas es la mejor. «Las producciones de Francia y Holanda van a tener que abastecer a sus mercados interiores», apunta Sáenz de Cámara, y eso debería dejar campo libre para el producto alavés en España.
Menos patata en Valdegovía
Sobre el retroceso de hectáreas que ha experimentado la patata alavesa, el grueso se concentra en la patata de siembra, que pierde 111 de las 115 hectáreas que ha perdido el tubérculo de un año para otros. El director general de Udapa argumenta que ese tipo de cultivo se concentra en «Montaña Alavesa, Bernedo y Valdegovía, por ser las zonas que climáticamente dan mejor sanidad vegetal». Y ahí, lejos de Vitoria y de la Llanada es donde cada vez hay menos productores: «En el Valle de Arana, ya no queda ningún agricultor de patata, con lo que se trabajó históricamente la patata de siembra allá. En Valdegovía quedan muy pocos, unos tres que yo sepa».
Al buen rendimiento de la patata hay que sumar el del cereal, que se perfila para una campaña muy buena, con un «rendimiento excepcional» y un «cosechón» que podría compensar los malos años de las temporadas de 2022 y 2023.
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