Borrar
David sirve una de las famosas tortillas de La Posada del Duende. Javi Martín
Este negocio no se cierra

La pasión por un oficio, la clave para empezar un nuevo ciclo

David López de la Calle ·

En mayo de 2023 La Posada del Duende traspasó sus poderes a dos de sus trabajadores, unos camareros de raza que aman los fogones

Adriana Carrillo

Sábado, 20 de septiembre 2025, 00:14

Comenta

David López de la Calle Pardo y Diego Martínez Azkona han pasado más de la mitad de sus vidas poniendo vinos, tirando cañas, sirviendo pintxos e incluso ejerciendo de improvisados psicólogos de parroquianos que acuden a los bares buscando compañía, unos oídos comprensivos o un poco de charla mientras se toman un café. Camareros de la vieja escuela y apasionados por su oficio, hace dos años decidieron emprender su propia andadura empresarial al frente de La Posada del Duende, el veterano bar de Judimendi con más de 30 años de historia, donde trabajaban desde 2016 y cuyos propietarios echaron el    cierre en abril de 2023.

David y Diego rápidamente recogieron el testigo de Paco y Begoña, que durante seis años gestionaron el local tras la marcha de Juan Carlos Antolín. Curtidos durante décadas tras las barras decidieron mantener levantada la persiana La Posada del Duende, un cambio de rumbo vital y profesional para el que fue definitivo el empuje del programa del Gobierno vasco 'Berriz Enpresa', que facilita el relevo generacional en el comercio. «Desde el principio el apoyo que nos ofreció el servicio de emprendimiento fue fundamental para echar a andar nuevamente el bar. Nos ayudaron a diseñar el plan de empresa, el plan financiero y nos orientaron para buscar las ayudas y subvenciones a las que podíamos optar», recuerda David.   

La hostelería es un potente motor de crecimiento en territorios como el alavés con cada vez más eventos que atraen visitantes de todas partes del mundo y turistas seducidos por la buena fama de la cocina local. Por eso parecía una transición natural para estos camareros empezar a ser sus propios jefes, pero el emprendimiento también tiene sus entresijos y su lenguaje, por lo que David y Diego tuvieron que aprender a desenvolverse con soltura por los términos que lo pueblan.

«Nos echaron una mano muy grande y nos formaron en temas de fiscalidad, obligaciones tributarias, formularios de Hacienda, porque siendo nuevos en esto era mucho lo que teníamos que aprender. Y lo que nos falta… En ese sentido, desde la Cámara de Comercio continuamente nos envían información sobre cursos de digitalización, gestión de ventas y stock, automatización de procesos y toda clase de herramientas que facilitan la gestión de un negocio hostelero».

Un clásico renovado

Antes de levantar de nuevo la persiana de La Posada del Duende el 2 de mayo de 2023, David y Diego renovaron la imagen del local, hicieron cambios en la carta y transmitieron parte de su esencia a sus platos y a su potente barra de pintxos. «Yo tenía mis ideas y la gente lo ha valorado. El negocio funciona y sigue siendo un clásico del sector hostelero en Judimendi. Además nos estamos involucrando cada vez más en la vida del barrio, en las fiestas, proponiendo actividades para contribuir a dinamizarlo». Después de todo, los bares también forman parte de la identidad de los barrios, espacios donde una tortilla de patatas trasciende los sabores y se convierte en el punto de encuentro de varias generaciones.   

La Posada del Duende cuenta en su nómina con tres personas trabajando a jornada completa y dos a media jornada. Sus nuevos gestores también han querido hacer de su bar un bastión de la defensa de un oficio muy castigado como el de camarero. «Llevo 34 años en la hostelería y he sufrido en mis carnes la inestabilidad y la precariedad, por eso creo que a los empleados tenemos que cuidarles», reivindica.     

Guardianes de la gastronomía, apasaionados por su oficio y firmes creyentes de los bares de toda la vida, David y Diego no quieren dejar pasar la oportunidad para decir que «la gente que trabaja en la Cámara de Comercio y en 'Berriz Enpresa' es encantadora. En un mes estuvimos unas siete veces hablando, haciendo cambios y siempre fueron muy receptivos y con una actitud positiva para que llegaramos a buen puerto».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo La pasión por un oficio, la clave para empezar un nuevo ciclo

La pasión por un oficio, la clave para empezar un nuevo ciclo