El partido se juega en Ayala
EH Bildu intenta catalizar la indignación por los ajustes laborales en la comarca y recuperar alcaldías clave como Llodio, mientras el PNV pasa a la acción
La anulación de los 129 despidos en Tubacex se celebró el martes por EH Bildu como una victoria propia. «La única lucha que se ... pierde es aquella que se abandona», clamó Ibon San Saturnino, coordinador general de la formación en Álava, nada más conocer la sentencia. Ese lema que se atribuye al 'Che' Guevara evidenciaba la satisfacción de la izquierda abertzale tras implicarse en este conflicto laboral como catalizador de la indignación en la cuadrilla de Ayala, que cuenta con el PIB per 'capita' más bajo de la provincia (35.040 euros) y una tasa de paro que ronda el 13%. Marcadores preocupantes que, sin embargo, son bastante mejores que lo de otras comarcas industriales deprimidas como la vizcaína Margen Izquierda y la guipuzcoana Oarsoaldea.
La izquierda abertzale niega que esos movimientos y apoyos respondan a cualquier tipo de estrategia electoral cuando se acaba de superar el espigón de mitad de legislatura, aunque -reconocen- se ven «con fuerza» para llegar a 2023 como una «alternativa clara» ante un PNV al que le ha tocado gestionar la pandemia con todas sus derivadas sociales y económicas. Los soberanistas no han sujetado la pancarta de Tubacex, pero sí que han abierto las puertas de las instituciones a sus trabajadores -incluso el Congreso de los Diputados- para elevar sus protestas. Reivindicaciones que esta semana incluso han recibido el apoyo de la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien calificó de «gran noticia» la nulidad del ERE, en un gesto que volvió a pillar en fuera de juego a sus compañeros de Unidas Podemos en Álava.
«Hace falta darle la vuelta a la situación socioeconómica de la comarca», subraya San Saturnino tras presentar un programa propio en el que quieren involucrar a «agentes sociales, sindicales y políticos» de la comarca. Es decir, mantener viva la llama de la contestación ciudadana frente a la formación jeltzale que gobierna en Llodio, Amurrio, Ayala y Okondo; sólo se les escapa Artziniega.
Ni unos ni otros disponen de encuestas fiables en las que se perciba un desgaste del PNV o un avance de EH Bildu en la comarca tras la 'crisis del covid', y aún menos cuando quedan dos años para los comicios en los que la recuperación económica y la llegada de fondos europeos podrían transformar el panorama alavés. Todo el mundo espera que en 2023 se repita la disputa electoral entre jeltzales y abertzales, como ha sucedido históricamente en Ayala donde ha habido una alternancia de gobiernos.
Los nacionalistas -que han obtenido un 42% de las papeletas en los comicios más recientes y se ha convertido en su principal caladero en la provincia- piensan que la izquierda abertzale «está buscando arañar votos como sea». Un hecho que no circunscriben únicamente a Ayala sino también a otros puntos de Álava como Salvatierra, donde en 2019 se quedaron a 17 papeletas de distancia y el debate sobre las energías fotovoltaicas ha desembocado en una división entre la ciudadanía.
El difícil papel del PP
Fuentes del Araba buru batzar no ocultan su «preocupación» por la situación de esta comarca eminentemente industrial, que tendrá que transformarse como sucedió en los noventa. Esta misma semana, su mayor activo electoral, el diputado general, Ramiro González, visitó la fábrica Guardian Automotive en un claro gesto de apoyo al valle. Allí recordó cómo las instituciones vascas, lideradas por su partido, están trabajando para que Ayala siga siendo «una gran comarca industrial», líder en Euskadi en los sectores del tubo y el vidrio . «Hay con un plan de 24 millones de euros que en un primer momento busca identificar una serie de proyectos estratégicos», recordaba González.
El resto de partidos observa este duelo PNV-EH Bildu desde la barrera conscientes de que esa bipolarización les perjudicará. «El PNV vive en Ayala de que hay muchísima gente, incluso votantes nuestros, que les apoyan en las elecciones locales para evitar que gane EH Bildu», lamenta el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzábal. El líder conservador reivindica que no sólo la izquierda abertzale ha presentado un proyecto específico para la comarca, ya que su formación también lo ha hecho «ante la inoperancia gobernante».
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