«¿Por qué tengo yo que pararme a pensar si soy tío o tía cuando voy a mear?»
Desde la comunidad LGTBI de la capital alavesa se pide una campaña en comercios, bares y otros espacios públicos «para fomentar la no clasificación»
La separación tradicional de los aseos siguiendo una lógica binaria hombre-mujer supone un problema para las personas que no se identifican con ninguno de los dos géneros. Un quebradero de cabeza al que tienen que enfrentarse de manera cotidiana y que quedó reflejado en el último Diagnóstico sobre las realidades de la población LGTBI en Vitoria promovido por el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento.
«No me gusta tener que estar pensando a qué baño entro, si al de chicos o al de chicas. Además, si entro a uno igual los chicos se ofenden y, si entro al de chicas, se ofenden ellas. Si hubiera baños únicos sería algo que se podría evitar». Es una de las reflexiones que se recogen en este diagnóstico. En este caso la situación real de un hombre trans –que prefiere permanecer en el anonimato– y que asegura que ha tenido que enseñar su DNI en varias ocasiones para justificarse.
«¿Por qué tengo yo que pararme a pensar si soy tío o tía cuando voy a mear?», se pregunta otra persona no binaria que participó en este mismo diagnóstico. Desde la comunidad LGTBI de la capital alavesa se pedía una campaña en comercios, bares y otros espacios públicos «para fomentar la no clasificación». Desde el Departamento de gobierno abierto y centros cívicos del Ayuntamiento de Vitoria aseguran que quieren «abordar este asunto en un futuro». Sin embargo, para ello debería producirse un cambio de la normativa autonómica, que actualmente obliga a separar los sevicios «por sexos».
