Las obras de rehabilitación del palacio Maturana-Verástegui afrontan su recta final
La reforma estará lista en febrero tras una inversión de 2,1 millones para revitalizar el inmueble, que será un museo del desarrollo de Vitoria
Una de las joyas patrimoniales del Casco Medieval se prepara para volver a brillar y dar aún más lustre a la 'almendra'. Se trata del ... palacio Maturana-Verástegui, inmerso en una rehabilitación que ya encara su recta final. Se prevé que la reforma esté lista para el próximo febrero, de acuerdo con el plazo de ejecución de la remodelación encargada desde el departamento municipal de Urbanismo. Más adelante, el palacete albergará un museo sobre la trayectoria de la capital.
Esta segunda fase de la rehabilitación se centra en la consolidación estructural, además de la mejora de las fachadas y otras actuaciones de recuperación en este palacete del siglo XVI catalogado como Bien de Interés Cultural. Se destinan 2.591.352,55 euros en un presupuesto financiado en parte con fondos europeos Next. La mejora de la accesibilidad, la sustitución de vidrios y carpintería, la recuperación de la carpintería metálica y herrería de la fachada y la instalación de un sistema de iluminación led, entre otras actuaciones, forman parte de esta segunda etapa de modernización.
Todas estas actuaciones se realizan bajo un estricto control arqueológico que implica la presencia de un técnico de este campo encargado de documentar cada labor mientras duren las tareas. Anteriormente, una primera fase de obras renovó la parte de la planta baja de Maturana-Verástegui posibilitando su apertura a visitas guiadas. Es más, gracias a los trabajos de recuperación se consiguió sacar al solariego edificio de la lista roja de Hispania Nostra, asociación encargada de defender el patrimonio cultural.
«Reconocimiento»
Con la intervención se persigue «recuperar y poner en valor» la casona emplazada en la calle Correría. Al mismo tiempo, desde el Consistorio se trabaja en el diseño y desarrollo de un museo sobre la historia de Vitoria y sus barrios que «a futuro» albergará el edificio. Bajo el nombre Espacio Memoria de la Ciudad, se proyecta como un lugar para «preservar y cuidar» la trayectoria de la ciudad, según viene trasladando el Ayuntamiento.
Además de plasmar la evolución de la capital con exposiciones permanentes y temporales, pretende ser un «reconocimiento» a las miles de personas llegadas desde otras provincias de España que contribuyeron al crecimiento económico y demográfico de Vitoria en las décadas de los 60 y 70. Eso sí, la conversión del inmueble en museo requerirá de una adaptación. Por ello, una vez culminadas las obras de reforma, se acometerán las inversiones necesarias para adaptar el palacio al futuro uso cultural y museístico.
Enclavado frente a la plaza de la Burullería y con vistas a la Catedral Santa María, el palacete constituye un auténtico punto estratégico a nivel cultural y turístico. El solar que ocupa pertenece a las primeras ampliaciones de la ciudad en las laderas de la colina medieval, y en el subsuelo se encontraron restos de ocupación desde la Edad Media, que incluyen una interesante fragua. En 2020 la edificación sufrió el colapso de parte de su cubierta, lo que encendió las alarmas en la 'almendra'.
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