Las obras del centro de refugiados de Arana avanzan mientras el Ministerio analiza la propuesta de Etxebarria de reducirlo

Etxebarria pidió el pasado 12 de septiembre al Gobierno de Pedro Sánchez que redujera las plazas del equipamiento de 350 a 200 ante la amplia contestación social y política que arrastra este recurso en Euskadi. «En principio, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, no mostró rechazo a esa propuesta», ha expresado Garmendia. «Su compromiso es el de analizarla y darle una viabilidad». La delegada del Gobierno también ha transmitido que «comparte la petición y la entiendo. Son propuestas en positivo». En este punto, ha subrayado la necesidad de este centro. «Todos los días estamos viendo que la llegada de inmigrantes y personas peticionarias de asilo a nuestras ciudades no está disminuyendo, sino todo lo contrario». En este sentido, ha recalcado que esta situación «no va a parar» porque «el mundo en el que vivimos es un mundo absolutamente convulso».

Garmendia ha defendido que esta situación hace que «necesitemos centros que acojan a estas personas con la dignidad que merecen, lugares con recursos pedagógicos, de formación e integración en nuestra sociedad. Y eso es lo que va a ser el centro de refugiados de Arana». Ha calificado el equipamiento como «un lugar de acogida, de dignidad de esas personas, en especial las familias que están huyendo de la guerra». En este sentido, ha puesto como ejemplo la situación en Ucrania, en Gaza o «en muchísimos países de África». «Tenemos que acogerles por dignidad, por compromiso cívico y político también», ha concluido.