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La exconsejera Gotzone Sagardui no es la única integrante del anterior Departamento de Salud que ha saltado a la empresa privada tras abandonar sus responsabilidades en el Gobierno vasco. Quien fuera su 'número tres' y efímero portavoz de la lucha contra el covid, Mikel Sánchez, ... que dejó su cargo el pasado agosto, ejerce desde noviembre como director médico de Mutualia, según ha podido confirmar EL CORREO. El movimiento cuenta con la autorización expresa del Ejecutivo autonómico, que emitió un informe favorable al concluir que no existía incompatibilidad alguna para fichar por la principal mutua de Euskadi.
Médico de profesión y exjefe de Urgencias en los hospitales de Galdakao y del Alto Deba, Sánchez fue entre 2019 y 2024 director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitarias. Llegó para ocupar la plaza que dejó Nekane Murga al pasar a ser consejera, se mantuvo en el mismo puesto durante todo el mandato de Gotzone Sagardui y por unas pocas semanas coincidió con el actual titular de Salud, Alberto Martínez. Su cese se publicó oficialmente el pasado 2 de agosto y en su sustitución se nombró al anestesista Gontzal Tamayo.
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Sánchez, cuyo perfil era eminentemente gestor, pasó a la primera línea pública al comienzo de la pandemia, cuando se convirtió en el responsable de actualizar cada día los datos sobre la presión asistencial y nuevos contagios. Fue el encargado de dar ruedas de prensa a las que no podían asistir los periodistas por motivos de seguridad. Las preguntas se remitían de forma telemática y él solía contar con las respuestas preparadas de antemano. Este formato se fue abandonando poco a poco y la última convocatoria fue el 22 de abril de 2020. Desde entonces pasó a un segundo plano, se centró en las responsabilidades propias de su cargo y apenas se le volvió a ver.
Tres meses después de dejar su puesto en el Ejecutivo autonómico, Sánchez comenzó a trabajar este pasado noviembre como director médico de Mutualia, un cargo que estaba vacante desde la jubilación del anterior titular un año antes, según confirman fuentes internas. Para ello tuvo que solicitar una autorización extraordinaria al Gobierno vasco, ya que una ley aprobada en 2014 limita la actividad profesional de ex altos cargos en empresas privadas durante los dos años posteriores a su cese. El Departamento de Gobernanza, competente en esta materia, emitió un informe positivo tras consultar a Salud, que a su vez no halló ninguna relación directa de Sánchez con esta compañía mientras fue director.
Con más de 430.000 profesionales cubiertos, Mutualia es la principal mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de Euskadi y extiende su ámbito de actuación a toda España. Se trata de una de las empresas privadas a las que suele recurrir Osakidetza para derivar operaciones, en su caso fundamentalmente de traumatología. Según el portal de contratación pública, el último lote se le adjudicó hace un año por valor de 300.000 euros (IVA incluido) para los «servicios de atención sanitaria en régimen hospitalario en la especialidad de traumatología».
La relación entre Mutualia y Osakidetza trasciende la esfera clásica de las derivaciones a la sanidad privada porque en 2022 suscribieron un convenio de colaboración por el cual comparten el historial médico de sus respectivos pacientes. La firma de este acuerdo, durante la etapa de Sagardui como consejera y de Sánchez como director, contó con una importante oposición política y sindical entre denuncias por una posible vulneración del derecho a la confidencialidad de los datos médicos. Incluso el Ararteko sugirió al Servicio Vasco de Salud que «reflexionara» sobre el «interés público» del convenio.
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