Álava casi llega a los 400 casos de incidencia y Bilbao se acerca al cierre perimetral al entrar en zona roja

El Covid-19 ha puesto este martes en jaque uno de las tres capitales vascas, mientras que la incidencia de la pandemia sigue al alza en Euskadi y también la ocupación de los hospitales. Bilbao ha entrado en zona roja, lo que le condenará al cierre perimetral y de la hostelería el próximo viernes. Unas medidas que se harán oficial el jueves, cuando el Gobierno vasco actualice el listado de municipios a los que les afectan estas restricciones. La comunidad anotó en la jornada de ayer además 894 casos, el peor dato desde el 20 de noviembre, de los que 530 se han registrado en Bizkaia, 131 en Álava y 227 en Gipuzkoa. Y con una preocupante tasa de positividad del 8,3% entre las personas analizadas. Los lunes son uno de los días de la semana en los que hay más positivos porque se «acumulan» diagnósticos pendientes el fin de semana.

Alava, por su parte, sigue esta tendencia al alza, aunque algo menos acuciante que la trayectoria de la evolución del virus en Bizkaia, que en la última jornada sumó 530 infectados, y muy similar a la de Gipuzkoa. Aun así la situación es delicada, el territorio histórico lleva más de una semana sumando diariamente un centenar de positivos, lo que sitúa su tasa de incidencia muy cerca del umbral de los 400 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Concretamente, la cifra es de 389. De esta línea se encuentra cerca también Vitoria, cuya incidencia se encuentra en 393. Es la antesala a la zona de máximo riesgo situada en la tasa de 500, la roja, el color que se traduce en el cerco perimetral y el endurecimiento de las restricciones, como el cierre de la hostelería.

Sin ir más lejos, la expansión del patógeno ha obligado al Gobierno vasco al cierre de siete municipios alaveses en zona roja: cuatro de Rioja Alavesa desde hoy (Laguardia, Villabuena, Labastida y Lanciego) y tres de la Llanada: Salvatierra, Asparrena y San Millán. Precisamente, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha facilitado los datos del cribado masivo que Osakidetza realizó en estos tres municipios para detectar asintomáticos y así tratar de frenar al Covid-19. Este 'screening' ha arrojado 28 positivos, lo que supone una tasa de positividad del 0,69% de las 4.029 pruebas PCR realizadas. La consejera ha destacado que ha tenido «la mayor participación de los últimos cribados», ya que un 63% de la población (las tres localidades superan los 5.000 vecinos) ha pasado por la carpa habilitada por el Gobierno vasco.

A nivel de Euskadi, los contagios detectados crecieron la semana pasada un 28% hasta los 5.242 casos, un espectacular incremento que la mayor parte de los expertos achacan al efecto de la Navidad y de la Nochevieja y a las reuniones sociales propias de esas fechas, que han dejado un rastro de familias enteradas contagiadas por coronavirus. Mientras otros países de Europa se blindaron, en la mayor parte de las comunidades españolas se permitió parcialmente la movilidad, se permitieron reuniones más grandes, de hasta 10 personas en Nochebuena, y se alargó el toque de queda. En Euskadi, eso sí, se cerró la actividad no esencial a las 18.00 horas durante las vísperas y los festivos. Pero los expertos ya lo avisaron. Enero siempre fue el mes de más incidencia gripal por efecto de las reuniones sociales navideñas y el mes con más mortalidad hasta la llegada del coronavirus, que ha desplazado al las cepas más comunes de la gripe este año.

La incidencia acumulada en 14 días en Euskadi, que el 29 de diciembre había bajado a los 235 casos, está ya disparada. Llega a los 430,87 casos. Muy cerca de la barrera de los 500 que colocarían a la comunidad en un escenario rojo de alto riesgo. Aun así, el País Vasco es aún una de las comunidades con mejor situación. En Extremadura y Baleares se superan los 1.000 casos. En noviembre, la incidencia sobrepasó los 845 casos. Pero el virus avanza rápido y todo apunta a que pronto se pueda volver a esa tesitura.

En los hospitales también se nota ya el efecto de la Navidad. Cerca de 12 de cada 100 contagiados acaban necesitando ingreso en planta y entre ellos, 1 de cada 10 necesita una cama en la UCI. Por eso, a más contagios, más hospitalizados y fallecidos. En el pico de la primera ola se llegó a atender a 2.000 pacientes covid de forma simultánea tanto en planta como en UCI. Tuvo que suspenderse la actividad ordinaria programada. También en el pico de la segunda ola hubo más de 650 hospitalizados, aunque a partir del 11 de diciembre se bajó de los 500 ingresados por coronavirus. Pero las cifras remontan de nuevo. Desde el 10 de enero, la cifra de hospitalizados supera los 400. De seguir a este ritmo, Osakidetza se vería obligada a suspender parte de la actividad programada, tal y como ocurrió también en el pico de la segunda ola. En cuanto a los pacientes críticos, en la primera ola se llegó a atender de forma simultánea a 232 y en la segunda, a 146. El lunes, 544 pacientes estaban hospitalizados con Covid. De ellos, 96 estaban en la UCI, 2 menos que el día anterior. Aun así, el virus también está causando estragos en la atención primaria, que debe lidiar con el seguimiento de los casos leves, los cribados y el resto de la actividad asistencial. La presencia de la cepa británica, mucho más infectiva que la anterior, es testimonial en Euskadi, donde solo se han detectado nueve casos, aunque expertos como Rafael Bengoa alertan de que esta cepa podría estar subdiagnosticada y ser responsable de una buena parte de los contagios en el país.