Disfrázate de tu santo favorito en el 'Halloween' católico de Estíbaliz
Las hermanas Peregrinas de la Eucaristía, las nuevas moradoras del santuario, traen a Álava la fiesta familiar 'Holywins' en la que invitan a los más pequeños a «vestirse como sus santos favoritos»
Ni de vampiro ni de momia ni de bruja. El 'dress code' de esta fiesta alternativa de 'Halloween' será muchísimo más canónico, en el sentido ... más literal de la palabra. Las hermanas Peregrinas de la Eucaristía, las nuevas moradoras del santuario de Estíbaliz, traen a Álava el 'Holywins' -un juego de palabras que, traducido, sería algo así como la santidad vence- con el que buscan reivindicar la festividad tradicional cristiana de Todos los Santos y que, entre otras actividades familiares, invita a los niños a «vestirse como sus santos favoritos».
En lugar de capa y mallas de superhéroe, la túnica, la mitra y el báculo de San Prudencio. En vez del vestido negro, el maquillaje pálido y las trenzas de Miércoles, el hábito de monja, la túnica, el escapulario y la esclavina del hábito de Santa Teresa de Jesús. A grandes rasgos, las monjas de Estíbaliz proponen vestir así a los más pequeños de la casa, que podrán acudir a partir de las 17.30 horas al santuario ataviados «con prendas que recuerden a su santo o santa favorita o aquel que en su casa se tiene una devoción especial», para participar en esta fiesta que nace como el reverso cristiano y tradicional al extendido 'Halloween'.
En este 'Holywins', que se celebra por primera vez en Álava, los niños jugarán, dibujarán y escucharán «las historias de los personajes a los que imitan dando a conocer los méritos que tuvieron para llegar a ser santos», señalan sus organizadoras. La idea nació en París hace dos décadas para tratar de contrarrestar «el culto a la muerte nacido en Estados Unidos con el nombre de 'Halloween'».
La fiesta se ha extendido en los últimos tiempos sobre todo en las comunidades religiosas de Latinoamérica, donde ha logrado cierto predicamento. En España, algunos colegios católicos también se han sumado a la iniciativa y es habitual que, por estas fechas, los pequeños acudan vestidos de San Pablo, con sus alas y su espada, o de Santa Teresa de Calcuta, con su hábito blanco y azul. Inspirarse para el disfraz del niño en otros beatos como ese San Sebastián acribillado a flechas... quizás no resulte demasiado conveniente.
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