El murciélago que recorrió 1.300 kilómetros para reproducirse en Álava

El parque nacional de Harz es una reserva natural de Baja Sajonia. Además del ciervo rojo, el pájaro carpintero negro o el gato montés, en este tesoro de la naturaleza situado al noroeste de Alemania vive el nóctulo pequeño. Pero una hembra de esa especie mediana de murciélago voló 1.300 kilómetros al final del verano para reproducirse en el gran robledal de Izki, en Álava. Lo normal es que los quirópteros no recorran semejante distancia y hay ejemplares instalados en la zona del Gorbea que, por ejemplo, se limitan a subir o bajar de altitud en función de la época del año.

Los responsables del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Álava se encontraron a esta mamífera dormida en una caja nido –artificial– instalada a cuatro metros de altura en un árbol. La anilla T08763 que le colocaron Bernd Ohlendorf, Christiane Funkel y su grupo de investigadores naturalistas en un bosque de coníferas germano evidencia que en los últimos meses ha bajado a latitudes más meridionales coincidiendo con su época de apareamiento, donde un macho llega a fecundar a varias hembras.

«Estos animales tienen una querencia muy importante por los sitios de invernada, así que sabiendo que hay nóctulos pequeños, cuando el año que viene volvamos a revisar las cajas hay que estar atentos para ver si encontramos más», explica la directora foral de Medio Natural, María José Madeira. Y es que si se ha encontrado uno, lo normal es que haya varios ya que es imposible que se apareen con otros quirópteros.

Así se sumaría al catálogo de murciélagos de Álava, que en la actualidad suma 25 especies y eso le convierte en el grupo más diverso de mamíferos, incluso por encima de los 19 tipos de roedores del territorio. «Los murciélagos son esenciales para nuestro bienestar y el buen funcionamiento de los ecosistemas. Aunque poco conocidos y rodeados de mitos y leyendas, estos mamíferos juegan roles cruciales en la naturaleza, proporcionándonos servicios ecosistémicos tan importantes como el control de plagas, polinización o el control de enfermedades», añade la diputada de Sostenibilidad, Saray Zárate.

Y es que los murciélagos se consideran «controladores de plagas fundamentales», ya que cada uno puede comer más de un millar de insectos cada noche. De hecho, en esta época en que está reduciéndose el uso de pesticidas, los quirópteros se antojan esenciales.

Este animal de pelaje bicolor y orejas en forma de hongo tiene una dieta compuesta por polillas, moscas, mosquitos y escarabajos que siempre caza al vuelo sobre las copas de los árboles. Pero lo hace de noche, ya que pasa el día durmiendo en huecos de árboles. «Desde la Diputación apostamos por la mejora y conservación de la biodiversidad de las poblaciones de murciélagos de la provincia», subraya Zárate.

Lo normal es que este nóctulo pequeño viaje hasta Alemania en verano, que será cuando le toque parir a sus crías si ha conseguido fecundar en el robledal de Izki. El estudio de esta especie busca conocer su comportamiento, ya que el campo de los quirópteros es uno de los más desconocidos en la disciplina de la zoología. Y es que en otra clase de murciélagos, ellas emigran y ellos, que son más sedentarios, se quedan de 'Rodríguez' al sur de Europa.

«Hemos localizado a esta hembra, pero ahora queremos saber dónde se quedan los otros. Al ser especies nocturnas pasan más desapercibidas. Estamos tratando de fomentar los hábitats con la instalación de cajas refugio para que tengan también posibilidades de instalarse, reproducirse y aumentar la población», apunta María José Madeira.

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