Violencia contra la mujer
Una mujer escapa de una lonja del Casco Viejo donde su expareja la tenía secuestradaEl local es de Ensanche 21, donde el agresor lleva «año y medio» de okupa. Se le investiga por detención ilegal, agresión sexual y quebrantamiento de orden de alejamiento
«Sí, hemos oído gritos, pero si llegamos a saber por qué eran...». La estupefacción se apoderó ayer del primer tramo de la calle Correría, ... donde una mujer salió de una lonja okupada tras sufrir un secuestro presuntamente a manos de su expareja sentimental. Se trata de un hombre de 41 años sobre el que pesa una orden de alejamiento «desde hace dos semanas» y que, a la vista de los hechos, se saltó.
Así arrancaba el séptimo -y más grave- episodio de violencia familiar del fin de semana en la capital alavesa. Como adelantó ayer la web de EL CORREO, la víctima salió a la calle de madrugada. «Iba medio desnuda, con marcas de golpes, gritando y pidiendo ayuda», refrendan residentes de esta vía del Casco Viejo. Según la primera versión que la mujer aportó a la Ertzaintza, su antiguo compañero le había secuestrado, maniatado y agredido.
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Se indaga si acudió a la lonja 'motu proprio' -la hipótesis principal- o si su captor la llevó a la fuerza. Una vez dentro, describen fuentes policiales y judiciales, este varón impidió que saliera. Supuestamente le maniató con unas bridas y sometió a diversas vejaciones ahora en estudio. Según informó a media mañana el departamento de Seguridad, esta presunta detención ilegal duró «varias horas». Dicho de otro modo, el rapto habría arrancado la jornada anterior, el domingo.
Tras el aviso al 112, a esta vía comercial de la almendra medieval acudieron diversos recursos de la Ertzaintza. Los uniformados pusieron a buen recaudo a la mujer, quien fue trasladada a un centro hospitalario de la capital alavesa por precaución. Más tarde formalizó la denuncia.
«Agresión y detención ilegal»
La lonja de la que se escapó pertenece a la sociedad municipal Ensanche 21. ¿Y quién le retuvo contra su voluntad? Al parecer, su antigua pareja sentimental, también vitoriano, y que reside en ese bajo en calidad de «okupa», como reconocieron desde el Consistorio. Las primeras informaciones sitúan su estancia irregular en este inmueble «desde hace año y medio».
Tras cuidar de la mujer, los agentes participantes en el dispositivo localizaron poco después al sospechoso, que cuenta con 41 años de edad. Se le investiga por la comisión de un «delito de agresiones» y otro de «detención ilegal» ya que se cree que mantuvo atada a la afectada con unas bridas y que, entremedias, le atacó. Hoy martes, el Departamento de Seguridad ha ampliado la lista de posibles cargos con un «delito de agresión sexual» y otro de «quebrantamiento de orden de alejamiento».
Por cierto, al poco de ingresar en la comisaría de Portal de Foronda, el arrestado fue derivado a un centro hospitalario al sufrir un «ataque de ansiedad», según medios internos de Osakidetza. En todo momento permaneció custodiado por ertzainas debido a su calidad de detenido.
Ya recuperado, por la tarde estuvo presente en el registro policial de la estancia. Algunas fuentes hablan de la localización de unas bridas, supuestamente utilizadas durante las «horas» del secuestro en la estancia de calle Correría. Los resultados de esta inspección ocular se antojan determinantes para el devenir de este asunto.
Ante el juez
La Ertzaintza ha comunicado minutos después de las diez de la mañana que, una vez finalizadas las correspondientes diligencias policiales, el ahora arrestado ha pasado ya a disposición del Juzgado de Violencia contra la Mujer de Vitoria. Esta sala especializada se ha hecho cargo de la instrucción debido a que el sospechoso y la víctima fueron pareja sentimental en un pasado reciente.
En este sentido, sobre el ahora sospechoso de agresión y detención ilegal pende una orden de alejamiento de la mujer. Este veto oficial arrancó «hace un par de semanas» cuando ella ya le denunció, desvelan medios judiciales consultados por EL CORREO. Todo indica que lo habría incumplido.
No es la primera vez que una vecina de la capital alavesa sufre una pesadilla de este calibre a manos del que fuera su compañero. Desde 2021 se han sucedido, al menos, otro par de casos de similar factura. Uno lo protagonizó un destacado miembro de una mezquita salafista. Cumple en prisión una condena de 20 años por secuestrar, atar, pegar y atacar sexualmente a su aún esposa cuyo 'pecado' fue intentar rehacer su vida con otra persona.
El otro caso, todavía bajo la lupa de la Justicia, afectó a una mujer vecina de Vitoria. Denunció haber sido retenida a la fuerza por una antigua pareja sentimental «durante una semana». Aquellos hechos sucedieron en otra lonja de la almendra medieval.
Rechazo institucional y concentración de cinco minutos en Plaza España
El Ayuntamiento de Vitoria ha activado este lunes el protocolo de respuesta ante el último caso de violencia machista ocurrido en la ciudad. Ha manifestado su «enérgica condena» así como su «apoyo y cercanía hacia la víctima y su entorno, poniendo a su disposición los recursos psicológicos, jurídicos, sanitarios, de protección y de acogida que esta requiera». En este sentido, han insistido en que las agresiones de violencia de género son «un problema social de primer orden» que, además, «no es una acción o acciones aisladas» sino «un entramado de conductas explícitas, mensajes normalizados y simbólicos que estructuran nuestra sociedad». Todo «con el objetivo último de mantener la subordinación de las mujeres a los hombres marcados por el sistema heteropatriarcal vigente». Por todo ello, se ha convocado para este martes una concentración de repulsa (a las 12.00 horas) en Plaza España que se prolongará durante cinco minutos.
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