«No es el momento de Viñedos de Álava, romper sería un fracaso para todos»
Fue vicepresidente de ABRA cuando se impulsó la denominación para funcionar al margen de Rioja. Ahora la descarta porque «no hay que confundir al mercado»
Carlos Fernández es el mejor viticultor de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Así lo acaba de designar el gurú del vino Tim Atkin en ... su informe anual de la DOC en el que también destaca tres vinos de Rioja Alavesa. El dueño de Bodegas Tierra, en Labastida, cree que es el momento de poner en valor el viñedo y de sumar esfuerzos en el sector, «no de desmembrar porque no conduce a nada». Y rechaza la fórmula de Viñedos de Álava.
– ¿Se esperaba este reconocimiento de uno de los prescriptores de vino más prestigiosos?
– No, para nada. Humildemente pienso que hay gente que lo está haciendo igual que nosotros o mejor y existe un movimiento importante en Rioja Alavesa y Rioja Alta, sobre todo, de bodegas pequeñas y familiares que no tenemos otra salida que diferenciarnos por la calidad y el cuidado del viñedo. Si no, morimos.
– ¿Y qué hacen para sobrevivir?
– Estamos acostumbrados a visitar Rioja y fijarnos solo en las bodegas cuando tenemos aquí los jardines de Versalles con nuestros viñedos. Y nosotros los respetamos y así lo ponemos en las etiquetas de nuestras botellas. Hay una fachada de piedra que por ser antigua, aunque no tenga nada, no se puede tocar pero se permite arrancar viñas de 80 o 100 años. Incluso hay ayudas de la administración para la reestructuración y al mismo tiempo también para conservar viñedos viejos. Es incoherente. O vamos a setas o vamos a Rolex.
– ¿Es un romántico de la tierra, precisamente el término que da nombre a su bodega?
– No tenemos otra forma de salir. Soy un enamorado de mi comarca. Aquí hacemos grandes vinos. ¿Los mejores del mundo? Para mí, sí. Pero hay que tener buenas viñas y trabajarlas. Nosotros comercializamos 16 vinos, todos de Labastida –180.000 botellas al año–, y cada uno tiene su parcela –suma 25 hectáreas en propiedad–. El viñedo es como un animal, si le das cariño, al final te lo devuelve con creces.
«Lo importante para hacer buen vino es el viñedo y la uva, no una bodega de un arquitecto famoso»
«Hay quien piensa solo en el negocio y en el rendimiento y quienes buscamos una forma de vida»
– En tiempos de crisis, ¿también tiene futuro ese modelo?
– Sí, porque la clave es la calidad, por eso hay que trabajar el doble en el campo. Habrá viticultores en dificultades que vendan a bodegas grandes, pero así se abandona el viñedo. Igual no tenemos los mismos beneficios pero no se puede caer en la desidia.
– ¿El viñedo ha perdido protagonismo en favor de la bodega?
– Sí. Se le da más importancia a una gran bodega, proyectada por un arquitecto famoso, con un parque de barricas amplio, depósitos de acero inoxidable... Cuando lo importante para hacer buen vino es la viña y la uva.
– En Labastida y, en general, en Rioja Alavesa conviven grandes firmas vitivinícolas con pequeñas bodegas familiares. ¿Es el secreto del éxito?
– Quien sujeta el palo en el conjunto de Rioja son los pequeños y medianos viticultores. La cooperativa de Labastida llegó a tener 230 elaboradores, mi sueño sería ese. Y que los chavales a los que asesoro –cuatro jóvenes que empiezan a trabajar la viña en el pueblo–, en tres años estén haciendo vino y haya cantera. Hay que inocular el virus de soñar no con un tractor de 100.000 euros y un BMW de la hostia sino con una pequeña parcela de la que hacer un vino y estar orgulloso.
La venta online
– Ha entrado a formar parte de la web impulsada por la Diputación alavesa y The Grand Wines para vender vino online. ¿Es el futuro del sector?
– Todo se está digitalizando. Con la pandemia han llegado nuevos hábitos de consumo y yo tengo que dar todas las facilidades del mundo para que lleguen mis botellas a la casa del cliente. Nos guste o no, la venta online es un sapo que nos tenemos que comer.
– ¿Está reñido este modelo de comercialización con su forma de entender el mundo del vino?
– Mi sueño sería vender todo en bodega porque así también venderíamos paisaje, hoteles, restaurantes... Iría en beneficio de Rioja Alavesa y haría más sostenible la comarca. Pero hay que tener una mano en el corazón y otra en la cartera y buscar equilibrio. Los organismos públicos se han gastado mucho dinero en misiones exportadoras a China u otros países para vender nuestros vinos. Ahora quizá haya que intervenir para que vengan los chinos y otros clientes internacionales porque si solo vendemos online desnutrimos la comarca.
– Usted era el vicepresidente de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) cuando se puso en marcha la propuesta de crear la denominación Arabako Mahastiak-Viñedos de Álava al margen de Rioja. ¿Sigue creyendo en ella?
– Entonces –2016– vivíamos momentos muy jodidos, había aspectos en el Consejo Regulador de vinos de subzona, de pueblo o de viñedo singular que llevaban olvidados desde los años 80 y le dijimos al Consejo 'o activáis esto o nos vamos'. Ellos nos respondieron que lo activaban pero que no nos íbamos. Ahora es el momento de ir todos juntos
– ¿Ydesactivar Viñedos de Álava?
– Ahora sí, es mejor ir todos de la mano, con diferentes formatos de bodega, pero juntos. No generar guerras porque eso nos quitaría fuerza en el mercado. Y romper ahora sería un fracaso para todos. El mercado de exportación no está para recibir noticias que de una zona se ha separado de Rioja, con la crisis que tenemos. No olvidemos que en siete meses estamos otra vez vendimiando y ya tenemos tres cosechas en bodegas por la caída de ventas. Lo potente es Rioja Alavesa y Rioja, no es momento ahora de empezar a afianzar una nueva marca.
– Hablar de ir juntos. ¿Cómo? ¿Con la propuesta del Consejo Regulador de una denominación única, con el planteamiento de una denominación Rioja Alavesa dentro de Rioja que defiende principalmente el PNV...?
– Me gusta el modelo de diferenciar Rioja Alavesa pero dentro de la DOC. Yo creo que hay dos Riojas: la de quien piensa solo en negocio, rendimiento y rentabilidad y la de quienes buscamos una forma de vida, pequeñas bodegas familiares que miramos más el viñedo y la producción pequeña y de calidad.
LA LISTA DE ATKIN
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Mejor viticultor de 2021 en Rioja Carlos Fernández, de Bodegas Tierra en Labastida.
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Mejor tinto del año Las Beatas 2018 (99 puntos), de Bodegas Lanzaga (Lanciego), de Telmo Rodríguez y Pablo Eguzkiza.
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Descubrimiento del año en vinos blancos Amaren 2014, de Bodegas Amaren (Samaniego), de Juan Luis Cañas.
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Mejor blanco relación calidad-precio Caecus 2019 fermentado en barrica de Bodegas Pago de Larrea en Elciego.
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