Mercedes seguirá parada una semana más y crece la inquietud en la plantilla

La inquietud entre la plantilla y los proveedores crece al mismo tiempo que se reduce el programa de furgonetas previsto para este año. El anuncio de suspensión de cinco días de producción volvía a llegar acompañado de un ajuste a la baja del número de modelos Vito y Clase V que han de salir de la factoría de Avenida de los Huetos. La nueva cifra de referencia son 134.561, 3.600 menos que hace una semana y 6.400 menos que antes de las vacaciones de agosto –un 4,5% de caída–.

La crisis que sufre el mercado mundial por la falta de semiconductores, lejos de soluciones, parece que se agrava por momentos. Y si hasta junio Mercedes había sorteado esas dificultades de suministro y apenas había parado dos sábados en marzo y otro día suelto en mayo, los problemas han ido a más con la cancelación de una semana a finales de junio que anticipaba lo que podía venir a corto plazo. Con los cinco días sin actividad industrial de lunes a viernes próximos serán ya 22 las jornadas de parón, una situación inédita en la principal industria vasca, que da empleo a casi 5.000 trabajadores de forma directa y otros 30.000 indirectos.

La economía vasca está muy pendiente de la evolución de Mercedes –tiene un peso del 5% en el PIB de Euskadi– pero en la propia fábrica admiten que no está en sus manos invertir la situación actual, que sigue siendo «crítica», reconocen. Una vez que parecía haberse solucionado el problema de falta de microchips para las botoneras –donde se encajan los elevalunas– ahora lo que no llegan son los semiconductores de los controles de estabilidad, claves en el frenado y la seguridad de los vehículos.

Los países asiáticos son los grandes proveedores de estos chips, que también se emplean en dispositivos tecnológicos como videojuegos o smartphones, y las dificultades de abastecimiento se han recrudecido aún más en las últimas semanas por el golpe de la pandemia en Malasia y Vietnam. Ambos países sufren ahora sus mayores brotes desde el inicio de la emergencia sanitaria por la contagiosidad de la variante Delta y está habiendo un atasco en la producción de piezas.

La dirección de Mercedes en Vitoria y sus equipos de logística y compras tratan de buscar alternativas y ampliar su red de proveedores, pero no lo están teniendo fácil para encontrar esas piezas en el mercado. En un comunicado a la plantilla, la empresa aseguraba ayer que para la semana del 13 de septiembre «se mantiene la producción de acuerdo a lo planificado». Pero eso no garantiza nada porque «debido a la alta incertidumbre existente y a la falta de visibilidad a corto plazo» volverá a convocar al comité el miércoles o jueves para confirmar el reinicio de la producción o anunciar nuevas paradas de actividad.

A partir de hoy, todos los días sin producción se incluyen ya dentro del expediente de regulación temporal de empleo aprobado por una mayoría del comité y con una duración hasta el 31 de diciembre. Este ERTE es para treinta días y con el parón de la próxima semana la plantilla habrá consumido ya seis. Los sindicatos confían en que se ponga freno a la crisis de los chips para no tener que agotar esta medida temporal, a lo que no se había recurrido en Mercedes –por causas productivas– desde hace una década. El ERTE actual garantiza el 80% del salario a los trabajadores y quedan exentas las vacaciones y las pagas extras, que se recibirán al 100%.

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