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Mar de Dios moldea su cerámica identitaria en Montehermoso
La sala Ortuño del palacio vitoriano acoge desde este viernes hasta el 14 de septiembre una treintena de piezas basadas en una versión menos conocida del mito de Narciso
La cerámica de Mar de Dios (Bilbao, 1992) está tomando su propia forma en el centro cultural Montehermoso, en Vitoria. Esa expresión cobra un ... sentido literal al saber que la artista vasca defiende que ella funciona como un mero instrumento para «escuchar al barro». «No boceto previamente las piezas. Saco el material y empiezo a amasar. Parto de una base plana y empiezo a construir hacia arriba, en espiral. La cerámica manda sobre mí y, en ese proceso, intento vaciarme de teorías o lo que quiero», apunta en la sala Ortuño antes de que su muestra se abra este viernes 11 al público a partir de las 19.00 horas.
La exposición 'Espejo de agua y flores' -el último de los cuatro proyectos que el departamento municipal de Cultura seleccionó en la edición de 2024 de su convocatoria de ayudas a la producción de proyectos artísticos- acoge cerca de una treintena de piezas de variados tamaños y formas. Hay series que se han hecho con los mismos métodos de trabajo, pero difieren en su singularidad porque el horno y sus consiguientes procesos físicos han hecho que cada elemento se distinga por algo en particular. Sí comparten todas esa «obsesión» por dar con una identidad.
Hay fundidos que remiten a sustancias líquidas y un lustre de platino para simular a un espejo. Son signos que, a su vez, pretenden evocar un mito, en el que De Dios se ha basado para dar un sentido conceptual a la creación artística, pese a que está más interesada en la «experimentación» y en realizar una «oda a lo matérico, a la propia tierra». Así, con su puesta en escena, que estará abierta hasta el 14 de septiembre, se basa en una versión menos conocida del mito de Narciso.
En el Guggenheim de Bilbao
En esta historia menos tradicional de la leyenda griega el joven no está enamorado de su propia imagen, sino que «se encuentra en una búsqueda del ser para encontrar su esencia», defiende la creadora bilbaína. «El mito ha sido malinterpretado en la edad moderna y, si se atiende a la raíz latina de su nombre, esta hace referencia a un narcótico, a alguien que aún no ha despertado», relata.
O, dicho de otra forma y según escribe la artista con raíces vitorianas Ariadna Chez: «Nosotros somos Narcisos contemplando la cerámica de Mar De Dios. La textura mate, viva y demigajada; lo viscoso y fundido en colores brillantes de su cerámica. El espejo se halla en los cuencos plateados que coronan algunas de las piezas; emergen como un charco quieto en el que buscamos la imagen».
De Dios, que se ha formado como residente en Portugal o Japón, lleva con sus creaciones la cerámica a la esfera del arte contemporáneo. Tras exponer en Tabakalera en San Sebastián, la galería Filet Space en Londres o las ferias ARCO en Lisboa y Madrid por citar algunos ejemplos, en los próximos meses su obra formará parte de la exposición colectiva 'Artes de la Tierra', en en el Museo Guggenheim de Bilbao, y en 2026 protagonizará una muestra individual en la Sala Rekalde vizcaína dentro del programa Barriek.
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