Luciano Supervielle: «Ha habido momentos en los que la música me ha ayudado a salir del pozo»
El talentoso teclista y compositor actúa uruguayo actúa este domingo 19 de octubre en el cierre del ciclo Dazz Jazz
«Mi música ha estado de moda y ha dejado de estarlo en distintas épocas, pero, en realidad, eso siempre me ha ocurrido un poco a pesar mío». Luciano Supervielle concibe la música como un territorio atemporal. Lo demuestra tanto en sus proyectos con el grupo Bajofondo –formado junto a Gustavo Santaolalla y Juan Campodónico, con quienes ganó dos Grammy por el álbum 'Presente'– como en sus colaboraciones con Jorge Drexler. «Me muevo en esa orilla entre lo clásico y lo contemporáneo», apunta el artista y productor, nacido en Francia y que ha crecido entre México, Uruguay y España.
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Considerado uno de los grandes compositores latinoamericanos de su generación, Supervielle ha combinado la creación de bandas sonoras -como las de 'Savages' o 'Segundo asalto'- con colaboraciones junto a orquestas de primer nivel. Actúa mañana en el ciclo Dazz Jazz, que se celebra en el auditorio de Vital Fundazioa Kulturunea de Vitoria (20.00 horas, entradas entre 18 y 23 euros), en el cierre de la décima edición del programa otoñal que reúne a nombres destacados del jazz. En sus conciertos hay piano, proyecciones, electrónica...
– En su perfil de redes se define como «hijo y nieto de inmigrantes». ¿Qué supone?
– La migración para mí es un pilar, muy fundamental en mi vida artística y personal. El hecho de estar en contacto con muchas culturas me ha ayudado a ser una persona empática, algo que no siempre es fácil, con el que es diferente, tiene otras ideas, otras culturas, implica un esfuerzo intelectual y creo que el hecho de haber vivido en distintos lugares me ha ayudado mucho a aprender sobre la empatía.
– Cuesta etiquetar su música. Hablamos de piano, rap, electrónica...
– También me cuesta definir mi estilo porque transito distintos ámbitos musicales, además de tocar en vivo y hacer discos, hago música para cine, he hecho música para teatro, ballet, orquesta... Cada ámbito tiene sus códigos. Te diría que las principales columnas dentro de mi estilo tienen que ver con lo pianístico y con que el hip hop es una influencia muy fuerte en mi formación musical y en mis técnicas compositivas. Pero la música clásica también está muy presente al igual que ritmos de la música uruguaya.
– En su disco 'Montevideano' hay piezas conmovedoras, como '¿Dónde están?', dedicada a las personas desaparecidas durante la dictadura uruguaya.
– Fue un tema que surgió casi de manera improvisada. Siempre quise acompañar de distinta manera la Marcha del Silencio, que es un evento que se hace todos los años en Uruguay en homenaje a los desaparecidos. Y se me ocurrió hacer esa pieza que tuviera la cantidad de notas, 197, que son la cantidad de desaparecidos durante la dictadura uruguaya.
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– ¿Cómo surgen los temas?
– No tengo una metodología fija. Si bien uno con los años va recolectando y ampliando la técnica, siempre hay que reinventarse y siempre me planteo nuevas maneras de abordar la composición.
– ¿Ha habido algún tema que le haya resultado especialmete dífícil de componer?
– Hay una pieza que está en mi último disco 'Montevideano', que es una pieza que compuse originalmente para la adaptación de la novela de Benedetti, 'La tregua', para el Ballet Nacional del Sodre, de Uruguay.
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– Ese ballet lo forman diferentes movimientos.
– Hay uno que habla de la muerte de un personaje ('El fin de la tregua'), una especie de réquiem que justo compuse cuando tuve una pérdida muy grande en mi familia, la de la mamá de mis hijos. Fue un momento muy complicado en mi vida en general y esa pieza me llevó mucho tiempo poder realizarla al punto de que estuve cerca de renunciar a ese trabajo. Fue justamente a través de la música que pude superar ese momento de pozo profundo en el que estaba viviendo.
– ¿Había músicos en su familia?
– Mi padre y mi madre no son músicos, pero sí son grandes amantes de la música y mi casa siempre estuvo inundada de discos. Así que mi primer acercamiento con la música es a través de los discos.
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Batallas legales e historias de superación más allá del compás
La biografía de Luciano Supervielle por momentos parece sacada de un guion dramático, pero también de tramas con luces y superación. Sus dos hijos nacieron con problemas de salud: Julián padece síndrome de Down y Nina, acondroplasia. En 2020, su mujer, Eloísa Camejo, falleció tras padecer un cáncer de mama. La pandemia, como a tantos otros artistas, le truncó numerosos compromisos profesionales. Hace dos años, el nombre de Supervielle volvió a los medios por una lucha emprendida más allá de la música: una batalla judicial para que su hija pudiera acceder a un medicamento que no estaba disponible en Uruguay. El proceso concluyó con un fallo que garantizó el acceso al tratamiento por parte del Estado. «Empecé las gestiones para poder lograr que mi hija acceda a esa medicación porque era imposible financiarlo de manera familiar; la única opción era hacerle un juicio al Estado», cuenta. «Fue muy importante lo que logramos con mi hija y estamos orgullosos de que haya ayudado a las familias que llegan con la misma inquietud. Mi hija fue la primera que accedió y hoy ya hay siete u ocho más que están en tratamiento gracias a ese precedente», explica el músico, que no lo vive como una victoria, sino como un motivo de gratitud. «Tengo un sentimiento enorme de agradecimiento por el país en el que vivo. Gracias al Estado, mi hija tiene acceso a una medicación que le está cambiando la vida», dice el autor de álbumes como 'Rêverie' y 'El tema del verano'.
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