Llodio instalará redes de saneamiento para la depuradora y el barrio de San Bartolomé
Resolverá la solución individual que tienen ahora los vecinos que vierten las aguas residuales a cunetas y vaguadas
La separación de la redes de aguas residuales y pluviales sigue siendo una asignatura pendiente en Llodio. Con el panorama de las depuradoras ya ... prácticamente despejado, el Ayuntamiento se dispone a abordar algunas obras que resuelvan parcialmente este problema y que afectarán a la depuradora de San Bartolomé y al barrio del mismo nombre, que carecen en la actualidad de red de saneamiento. Para resolver el problema, se ha redactado un proyecto para colocar una tubería de 1.524 metros de largo entre el barrio y la estación de transferencias de basuras. El proyecto tiene un presupuesto de 266.000 euros y un plazo de ejecución de doce semanas.
De momento, los caseríos de San Bartolomé han resuelto su problema de saneamiento de manera individual, en algunos casos vertiendo directamente a la cuneta de la carretera o a la vaguada de Basaurbe. En el caso de la depuradora, ya se habían planteado soluciones con anterioridad que no se llegaron a ejecutar por su elevado coste, pero el proyecto actual contempla el bombeo del vertido y parece viable a nivel económico. La depuradora ya tiene una red de saneamiento interna que evacua en la vaguada de acceso al caserío Morteru.
Conexión
La recogida de aguas residuales tanto del barrio como de la depuradora se canalizarán hasta el barrio de Latiorro y también permitirá recoger el vertido de la estación de transferencia de basuras.
Con este proyecto, está previsto que todos estos edificios cumplan la ordenanza de vertidos aprobada por el Ayuntamiento de Llodio en mayo de este año. El texto exige que todas las aguas residuales procedentes tanto de domicilios particulares como de origen industrial «dispongan de una depuración previa, que consista al menos en fosa séptica o equivalente, cuya instalación debe correr a cargo del titular».
La nueva tubería de recogida de aguas residuales «discurrirá por el lateral contrario a la zona de cuneta de la carretera de acceso al barrio de San Bartolomé, a fin de evitar en la medida de lo posible coincidir con la red de abastecimiento de agua potable», según recoge el proyecto municipal. Sin embargo, en el tramo final se colocará por el centro del vial para «conseguir un trazado lo más rectilíneo posible, con pozos fácilmente registrables, de nueva construcción y con sección suficiente para dar respuesta en caso de producirse atascos».
Para abordar la obra, se abrirá una zanja de no más de 200 metros para evitar en lo posible los cortes de carretera. El trazado incluirá cuatro ramales para recoger todas las aguas residuales en una canalización de PVC. A lo largo del recorrido se localizarán quince pozos de registro.
Tuberías antiguas
La intervención afectará a otras zonas del barrio para las que el Plan Foral de Obras y Servicios 2018-2019 reservó fondos, pero que todavía no se han licitado, aunque deberían estar ya terminadas. La inversión más importante, de 1,2 millones de euros permitirá actuar en el tramo comprendido entre las calles Arantzar y Goikogane y las perpendiculares Txindoki, Pagolar y Kamaraka.
En todos los casos se trata de renovar redes de abastecimiento o saneamiento muy anticuadas, algunas con medio siglo de vida.
El objetivo es recoger los vertidos de aguas residuales y avanzar en la creación de una red separativa en todo el municipio, de la que Llodio carece en muchas zonas. Por eso, a veces, se producen vertidos al río.
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