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En una fotografía en blanco y negro tomada por el fotógrafo Teodoro Naranjo para el diario 'ABC', se ve a Ignacio Aldecoa (Vitoria, 1925 - ... Madrid, 1969) concentrado, de traje, con los índices sobre las teclas de su máquina de escribir. Esa escena, en la que nos imaginamos a uno de los grandes cuentistas de todos los tiempos, forma parte de 'El narrador de historias'. Pero no es la única. También lo vemos reír, debatir, en estampas familiares... en la exposición que reivindica su legado a través de libros, ilustraciones, documentos y fotografías, y que puede visitarse hasta el 15 de octubre en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria.
«A mi padre le hubiera encantado», dijo este lunes Susana Aldecoa, única hija del gran autor vitoriano, durante un recorrido apresurado por la muestra, antes de que se iniciara la conferencia de Ángeles Encinar titulada 'Maneras de vivir'. Al acto acudieron también los sobrinos de Aldecoa -Pedro, Eduardo y Fuensanta- junto a una nutrida representación institucional encabezada por Ramiro González, diputado general de Álava, quien fue el único en tomar la palabra en el acto de presentación junto a Julià Guillamon, comisario de la exposición. También asistieron Ana del Val y Sonia Díaz de Corcuera, diputada foral y concejala de Cultura, respectivamente.
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Esta exposición, que coincide con el centenario de su nacimiento, se articula en cuatro grandes apartados: un acercamiento biográfico; sus personajes; 'Neutral Corner', dedicado a su pasión por el boxeo, y '¿Qué realismo?'. Guillamon destacó que el objetivo era hacer una exposición «no desde una perspectiva erudita, sino pensando en diferentes públicos. Quien lo conoce y quien no».
En ese carácter abierto de la muestra, Guillamon subrayó una fotografía tomada en Nueva York en la que aparecen Aldecoa y su mujer, Josefina. «Transmite la felicidad creativa y las ganas de comerse el mundo, algo fundamental en toda la generación del 50», comentó, mientras Susana lo reafirmaba con un gesto y la emoción a flor de piel.
José Ignacio Aldecoa Isasi nació el 24 de julio de 1925 en el número 6 de la calle de los Aliados, hoy Postas. Murió de un infarto el 15 de noviembre de 1969 en Madrid, a los 44 años. Entre ambas fechas dejó una vasta colección de relatos y personajes inolvidables, muchos de ellos humildes, como los de Espera de tercera clase, uno de sus libros de cuentos; así como diferentes novelas -'Gran Sol', 'Con el viento solano' o 'Parte de una historia'- en las que se refleja su pasión por el mar, pero también un retrato social afinadísimo. «Fue más allá del realismo social, socialista o utilitario. Llegó a la raíz de la comprensión del mundo», elogió el comisario de la exposición, autor también de otras muestras como 'Literaturas del exilio' o 'Luis Martín-Santos. Tiempo de libertad', que el año pasado conmemoró en Donostia el centenario del nacimiento de ese otro talentoso escritor y psiquiatra, fallecido en un accidente de tráfico en Vitoria.
El diputado general Ramiro González subrayó que, aunque su vida fue breve, «su legado fue vasto y perdurable». «Los alaveses sentimos con más fuerza el orgullo de nuestra tierra por contar con personas como Aldecoa, que desde sus raíces supieron proyectar su talento al mundo». Además, incidió en la profunda «huella» que el autor vitoriano ha dejado en otros creadores.
De hecho, uno de los puntos fuertes de la exposición es la interpretación artística de ese universo narrativo de Aldecoa. En una de las paredes de la Casa de Cultura se pueden ver las ilustraciones de Saioa Aginako, una de las dibujantes vitorianas con más proyección. Ha dado color a algunos de los personajes creados por el escritor: 'El chico Aldecoa' muestra las rodillas de un chico con un lápiz, en uno de esos textos autorreferenciales que remiten a sus tiempos en el patio del colegio Marianistas; Pablo el Quinto, personaje de 'Seguir de pobres' (1955), que retrata a un agricultor con su azada; o Elisa, que refleja a una joven acomodada y apática, inspirada en el relato 'Los pájaros de Baden-Baden' (1965)...
Una de las secciones más singulares de esta muestra -que se extiende por toda la planta baja y primera planta de la Casa de Cultura- es 'Neutral Corner', dedicada a la pasión de Aldecoa por el boxeo, tanto en lo literario como en lo vital. El título proviene del libro homónimo publicado en 1962, acompañado de las poderosas fotografías de Ramón Masats. «En su tiempo no se entendió», han contado expertos como Ángeles Encinar, catedrática de Literatura Española en Saint Louis University y miembro de la RAE. Aquella obra fue una pionera colección de microrrelatos ilustrados por Masats. «Es uno de los grandes clásicos del boxeo», destacó Guillamon. Esa parte de la exposición se complementa con instantáneas históricas capturadas por Rufino Ugarte y otras más actuales, firmadas por la talentosa Rocío López, quien comentó cómo ese libro está cada vez más cotizado («se vende de segunda mano a más de 200 euros»).
Esta cuidada y atractiva exposición, dedicada a uno de los grandes narradores de la generación del medio siglo, se enmarca en un calendario más extenso de actos en homenaje a Aldecoa que impulsa la Casa de Cultura. No será la única. En octubre, la Biblioteca Nacional (Paseo de Recoletos, Madrid), en colaboración con Acción Cultural Española y la Diputación de Álava, le dedicará una muestra en diálogo con su amiga Carmen Martín Gaite -quien le dedicó el libro 'Esperando el porvenir'- y Ana María Matute, en una tríada de grandes firmas de medio siglo.
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María de Maintenant e Iñigo Fernández de Lucio
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