González apuesta por nuevos estudios en robótica e impulsar la universidad Baskonia

A falta de renuncias explícitas o retraso de obras, González incorporó nuevos proyectos a su catálogo de promesas con el objetivo de hacer frente a la crisis del Covid-19. Planes adaptados a los tiempos de crisis como institutos de investigación con participación de científicos y empresas para descubrir cuál es el camino que se debe recorrer a partir de ahora. «Es importante saber hacia dónde se quiere ir, pero también cómo hacerlo», planteó el mandatario alavés, quien marcó como prioridades la recuperación económica, las nuevas políticas sociales y la acción frente al cambio climático.

Un camino que espera recorrer con la colaboración de la oposición, que reaccionó con frialdad después de setenta minutos de discurso, y de compañías privadas. De la modernización de estas últimas dependen en gran medidas esos avances para convertirse en un territorio más digital y, además, en próximas fechas contarán con el respaldo del ámbito formativo con la incorporación de enseñanzas especializadas en robots móviles y ciberseguridad en Egibide y un grado dual universitario en Industria Digital y Productos Farmacéuticos. A esta oferta se sumará Euneiz, el campus impulsado por el grupo Baskonia-Alavés, que «se convertirá pronto en una realidad».

«Toda crisis es una oportunidad para aprender, crecer, revisar, cambiar y reinventarnos», consideró Ramiro González respecto a su planteamiento de avanzar hacia una «nueva economía». Un concepto amplísimo en el que concretó la necesidad de impulsar el vehículo eléctrico, los nuevos modos de movilidad y las energías renovables.

Tres conceptos para los que espera contar con los llamados 'fondos Covid' de la Unión Europea y el apoyo de las empresas. «La Administración impulsa proyectos, pero en el ámbito económico es imposible desarrollarlos sin la colaboración de las empresas», afirmó. «Nadie ni tiene ni puede desatenderse. Es tiempo de diálogo, acuerdos, de tender la mano. Más que nunca es tiempo de construir», insistió el diputado general.

Todo con el objetivo final de lograr una «mejora competitiva del tejido productivo» y volver hacia la senda del pleno empleo, la promesa que González realizó en campaña. Desde que el virus aterrizó en Vitoria, 5.648 personas se han sumado a la lista del paro en Álava y ya parece lejana la tasa del 10% de desempleo de febrero. Él, sin embargo, sigue sin renunciar a esa idea. Para ello, además del apoyo a proyectos estratégicos, se incluyen las ayudas directas a la contratación y el objetivo de seguir convocando ofertas públicas de empleo (OPE) con el objetivo de «modernizar y dar estabilidad» a la administración foral.

A la espera de conocer con detalle la merma que sufrirán las arcas alavesas por la crisis, González sí adelantó con respecto al Fofel (Fondo Foral de Financiación de las Entidades Locales) que «la evolución de la recaudación va a hacer posible que el importe de dicho fondo sea significativamente superior al que se venía contemplando». De su lado, Álava también busca incidir en medidas como apoyos fiscales para las empresas que promuevan el uso de transportes no contaminantes, inviertan en proyectos de energías renovables o colaboren en la conservación de montes.

La transición energética representa uno de los ejes estratégicos en la singular hoja de ruta que desgranó el diputado general. Junto con la participación en la gestación de la mayor planta fotovoltaica del País Vasco (Ekienea), en Armiñón, a través de la sociedad Enargi de reciente creación, el ente foral apostará por la generación distribuida de energía solar con la construcción de «instalaciones de producción distribuida», que contarán con potencia inferior a 5 MW, en régimen de cooperativa de consumo, con participación pública y en el que el precio final sea «equivalente al coste de generación». Por su parte, se continuará ampliando la red de pequeñas plantas generadoras de energía fotovoltaica en los regadíos alaveses con el objetivo de reducir sus costes.

Entre los escasos asuntos tangibles que puso sobre la mesa destaca la instalación del denominado centro de innovación abierta en el Archivo del Territorio Histórico, en pleno campus, que a principios de 2021 se adecuará para acoger proyectos de investigación en innovación entre empresas. Además se vuelve a apostar por el formato foro -como ya hizo la pasada legislatura con 'Ágora'- y reunirá a 200 personas de la ciencia y expertos de todos los ámbitos bajo el título 'Araba Helburu' para determinar en qué momento se encuentra la provincia tras sufrir el golpe del coronavirus.

El jefe del Ejecutivo foral realizó un exhaustivo repaso de sus acciones en los últimos meses, pero no planteó excesivas novedades de cara al futuro porque en gran parte dependerán de la reunión del Consejo Vasco de Finanzas del 15 de octubre, donde se podrá calcular de cuánto dinero dispondrá Álava para diseñar los próximos presupuestos. «Serán las Cuentas de la recuperación», vaticinó el diputado general, quien espera contar con el apoyo de la oposición pese a que la mayoría absoluta que suma con el PSE le baste para sacarlos adelante de forma unilateral.