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Gema Intxausti, la magia del cine
La artista analiza aspectos como la identidad o la ficción a través de claves del lenguaje tanto escrito como audiovisual
La conexión entre la propia creación y sus receptores es algo que ha preocupado a la mayoría de los artistas desde siempre. En este sentido, ... Gema Intxausti (Gernika-Lumo, 1966) quiso ir más allá y vio claro el camino a través del cual quería transitar para ello.
Era el cine. «Quería saber cómo se hace entender, cómo llega al espectador y éste entiende ese relato», indica la autora. Consciente de que existe un hueco, un salto «difícil de traspasar para los artistas», miró hacia el audiovisual, convencida de que su magia «podía ayudar a las artes plásticas». Y, durante su estancia en Londres, se planteó «estudiar cine, en serio» y centrarse de manera especial en el mundo del guión.
Ya había trabajado con materiales como el nailon y la cinta de celo ( 'Jeannie en un bar, 1995) o la arcilla y el esmalte ('Look Right, Left and Run', 1994). Pero a comienzos del actual siglo fue cuando empezó a emplear el formato secuenciado del 'fotomatón'. «Haces una narración en un formato que te obliga a contar algo con cuatro imágenes», detalla Intxausti, que tampoco olvida el factor del tiempo limitado entre un disparo y otro de la máquina. Así surgieron obras como las que emplean la diana-símbolo mod británico o las referencias a las latas de Warhol, pero «cuando el envase desaparece y queda la sopa».
También, en 2016, el retrato en 'fotomatones' en blanco y negro en Berlín Este se sumaron a su iconografía. En esta se recoge, por ejemplo, 'Who Do You Think You Are' (2014), donde expone imágenes que su padre hizo en Estados Unidos cuando fue pastor de ovejas, para crear una secuencia narrativa, apoyada con textos.
Pero también reivindica su personalidad artística en 'On previous Work', donde explica en castellano e inglés piezas previas. Todo forma parte de 'Entre la multitud, observando el arresto', en la sala A1 hasta el 20 de septiembre, comisariada por Xabier Arakistain y Beatriz Herráez. El título alude a una de las apariciones de Hitchcock en sus filmes -recogidas en la muestra en 'Unframed Jane' (2015-2019)-, en concreto en la película 'The Lodger' (1928), que en España se llamó 'El enemigo de las rubias', todo un contraste con el feminismo. Pero hay mucho más en el Artium, como el paseo de Intxausti por la siniestra era de la Stasi, una inquietante película de espías en la Guerra Fría.
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