Las obras de la futura estación de Dato comenzarán en 2027 con el reto de acoger 4,5 millones de viajeros
El Ministerio de Transportes quiere contar también en los próximos meses con el plan para sacar las mercancías de Vitoria
Andenes más amplios y con marquesinas y un luminoso, grande y accesible vestíbulo inferior de 2.000 metros cuadrados que además conectará el Ensanche con ... el campus universitario a seis metros por debajo de las vías. Son algunos de los detalles del aspecto que tendrá la ampliación de la estación de la calle Dato en lo que será la fase previa a su soterramiento. Esto es antes de cinco años, para 2030, cuando se prevé que el TAV esté circulando ya por Euskadi con el nudo de Arkaute ya plenamente operativo.
El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, ha confirmado este viernes a la alcaldesa Maider Etxebarria aspectos claves de la primera fase de intervenciones en la terminal de Vitoria que se plasmarán en un proyecto cuya redacción contratará directamente Adif a finales de este año y que pagará íntegramente el Gobierno central. Las obras arrancarán en 2027 y durarán tres años. Los dos mandatarios han asegurado que estos trabajos serán compatibles con el soterramiento de la alta velocidad a su paso por la capital alavesa y con la variante para mercancías desde Júndiz a Arkaute. «En ningún caso a va ser una estación provisional», han insistido.

Tal y como avanzó el propio Santano a EL CORREO el pasado abril, en lo que definió como «primera fase del soterramiento», la estación de Dato continuará en superficie (lo previsto). La intención es que se haya intervenido ya bajo vías y en espacio de «gran sala». Una intervención a desnivel compatible con el soterramiento completo o segunda fase «sin graves afecciones a la circulación», remarcó a este periódico el secretario de Estado.
En la propuesta presentada este viernes en el Ayuntamiento de Vitoria, Santano ha explicado que el objetivo de esta ampliación es «adecuarla a los estándares de calidad que le corresponden por su volumen de viajeros e importancia en la red, resolviendo así las necesidades presentes además de posibilitar la llegada de la alta velocidad en el corto plazo». El objetivo es poder llegar a acoger a 4,5 millones de viajeros al año, cuatro veces más que los actuales. «Vitoria está en el top 7 o top 10 de todas las estaciones», ha remarcado la directora general de Planificación de Proyectos y Estrategia de Adif, Montse Rallo.
En su contexto
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2030 Es el año en el que la alta velocidad ferroviaria llegará a Vitoria. Esta ampliación debe ser compatible con el posterior soterramiento de las vías por el centro de la ciudad.
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Los cambios El actual hall es pequeño y los andenes estrechos. Los nuevos contarán con más espacio y amplias marquesinas para mayor confort de los cada vez más viajeros y el vestíbulo será soterrado y casi diez veces mayor que el actual. Se accederá a él por rampas, escaleras y ascensores desde la plaza de la Estación y directamente desde la zona ajardinada que hay entre las facultades de Letras y Farmacia.
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Más vida y luz Cualquier usuario de tren ya ha visto cómo son las estaciones más modernas: acristaladas y llenas de luz para ganar en seguridad. Desde una zona central que puede tener comercios y cafetería se accederá a las vías. Este hall estará seis metros por debajo de los andenes y no tendrá nada que ver con el angosto y casi tenebroso pasillo que ahora enlaza la terminal con el campus.
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Derribos Para ganar espacio ferroviario será necesario derribar unas edificaciones de la calle García del Diestro propiedad de Adif.
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Las mercancías El Gobierno central confía en tener pronto el estudio de viabilidad del 'by pass' que sacará las vías de alta velocidad para mercancías de la ciudad. Analiza el recorrido desde Júndiz hasta las inmediaciones del nudo de Arkaute pasando cerca de Lopidana, Gamarra Menor, Foronda, Aránguiz y el oeste de Zurbano.
El característico edificio de 1934 casi ni se toca, pero sí su funcionalidad. Así, se adaptarán los servicios existentes y nuevos en dos niveles en los que cabe la instalación de comercios y cafeterías. Desde la plaza de la Estación habrá una rampa que lleva al nuevo vestíbulo soterrado, para lo que será necesario derribar edificaciones adyacentes que son propiedad de Adif. Y será necesario también reubanizar la zona de jardines del campus, entre las facultades de Letras y Farmacia.
En lo que se refiere a la playa de vías, se van a construir nuevos andenes con marquesinas de más de 500 metros de longitud a los que se accederá desde las universidades y el final de Dato mediante anchas escaleras fijas (la actual apenas miden metro y medio), ascensores transparentes y rampas mecánicas. Madera. acero cortén, luz cenital y perspectiva de género serán señas de identidad de un vestíbulo más confortable y «seguro» en el que «te vean desde dentro y de desde fuera», ha aclarado Rallo. Durante las obras se habilitará un tercer andén en la zona actual de mercancías con el objetivo de no interrumpir nunca el tráfico ferroviario.
Variante de mercancías
El gran proyecto de soterramiento de la estación de la calle Dato (el definitivo) a priori será menos complejo técnicamente y más barato. Porque tal y como avanzó este periódico del Ministerio de Transportes ha dado prioridad a que los trenes de mercancías no atraviesen el centro de Vitoria. En consecuencia, habrá que modificar el plan que conocemos desde 2019. Tanto de la propia estación como de los 3,6 kilómetros bajo tierra por los que transitará el TAV entre el Bulevar de Salburua y la calle Pedro Asúa. Lo evidente: ya no habrá que contemplar tres hilos de vía, sino dos. «Estamos empeñados en ello porque hacer el soterramiento sin variante provocaría unas afecciones en Vitoria poco deseables con la «Y vasca en marcha», subrayó el propio Santano (PSOE) hace dos meses a este periódico.
La suerte de 'by pass' exclusivo para los convoys de mercancías, que pueden tener hasta 700 metros de longitud y que generan ruido y vibraciones, está previsto que arranque en el flanco oeste de Júndiz, rodeará la capital por el norte de Lopidana y Gamarra Menor por el oeste de Zurbano. Transitará en paralelo a Foronda, Arangiz o Durana. Y terminará reuniéndose con el eje de pasajeros en las inmediaciones del nudo de Arkaute, ese punto estratégico que distribuirá el tráfico ferroviario de la «Y» vasca hacia el resto de Euskadi, Burgos, Francia o Navarra.
Santano ha indicado este viernes a la alcaldesa que «se está cerca de finalizar el estudio de viabilidad de la variante de Júndiz que recogerá la mejor forma de resolver el paso de mercancías por la ciudad». El secretario de Estado subraya que «el objetivo es, en paralelo a ese estudio de viabilidad de la variante, encargar el proyecto de la estación de Vitoria este año con el deseo de poder ser lo más ágiles posible». Santano tiene intención de convocar «próximamente» a la Sociedad Alta Velocidad Vitoria Gasteizko Abiadura Handia, de la que forma parte el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Álava.
«La llegada de la alta velocidad a Euskadi está enla fase final»
Cuando se habla de la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Euskadi los plazos parecen ser infinitos. Pero tanto la alcaldesa de Vitoria como el secretario de Estado de Transportes coincidieron ayer en destacar que en los últimos años todo este proyecto ha pisado el acelerador y que ha entrado «en la fase final». Eso a pesar de que según los mejores pronósticos de Adif, aunque el TAV llegue a Vitoria en 2030 aún serían necesarios 10 años más para que el soterramiento de las vías sea una realidad. Así, que ayer los dos mandatarios decidieron centrarse en la ampliación de la estación. «Será una nueva terminal moderna, funcional e integrada en la trama urbana», destacó Maider Etxebarria.
También habló el diputado general, Ramiro González, que hace unos días apremiaba al Gobierno central a dar señales de vida con el proyecto a su paso por Álava y que ayer participó en el encuentro con Santano. Su ánimo, dijo, es «colaborar para que esta integración sea soterrada; nos comprometimos a financiarla siempre que la entrada a la ciudad sea soterrada y si el proyecto es otro no tiene sentido ni nuestra opinión ni nuestro dinero», reiteró. «El proyecto es fundamental para el futuro de la ciudad y del territorio y la definición debe ser compartida por las instituciones que sostuvieron el protocolo en 2022», añadió.
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