Fatma Said: «Quiero que el público haga un viaje desde los compositores alemanes hasta Egipto»

–Es la encargada de abrir el ciclo de conciertos, una presión añadida.

–Así es, seremos los que arranquen esta serie de conciertos. Me estoy imaginando en mi cabeza lo que haremos dentro de un par de horas y solo puedo decir que tengo unas sensaciones positivas. Además, para una cantante que la escogan para abrir este ciclo es un verdadero halago.

–Ha ensayado el concierto en su cabeza. ¿Qué es lo que veremos?

–Será un viaje a traves de los diferentes géneros de la música, desde el norte hasta el sur. Empezando con clásicos alemanes de Schubert y Schumann, pasando a melodías francesas. Luego viajaremos a España, para terminar en Egipto, mi país. Espero y deseo que la gente pueda sentir los cambios de colores en la atmósfera y la armonía de este mundo.

–Un viaje de la mano de la música. ¿Qué sentirá el espectador?

–Quiero que el público se una a este viaje que vamos a realizar Roger (Vignoles, piano) y yo. Vamos a compartir con ellos lo que en todo momento sintamos sobre el escenario. Además, nuestro papel será doble, ya que también haremos de intermediarios entre los grandes compositores de la historia y ellos, que únicamente les pediremos que se sienten y disfruten.

–Le acompaña Roger Vignoles, imagino que deberán tener una compenetración especial en el escenario.

–Es un honor trabajar con un pianista como él. Es increíble todo lo que he llegado a aprender haciendo música juntos. Creo que soy una afortunada por poder hacer este concierto.

–Ha empezado el año interpretando el papel principal de Tharsis en la nueva producción de Thamos de Mozart, durante la Semana de Mozart en Salzburgo.

–Hice el debut en enero y desempeñé el papel principal. Fue una experiencia muy divertida y de mucha aventura. El director era Fura Dels Baus y me pidió que llevase a cabo un papel desafiante. Porque no solo tenía que cantar, sino que debía sumar a mi actuación movimientos por el escenario. Y todo ello mientras se podrucían explosiones. Pero como te digo, divertido, a pesar de todo.

–En 2016 hizo su debut en el teatro de La Scala en Milán. ¿Por qué decidió irse a Italia?

–Quería aprender más sobre el modo de cantar en Italia, el bel canto italiano. Quería ser parte de la cultura de este país. Creo que es muy importante empaparse de ello para poder entender su música y su arte.

–Como vemos, lleva a cabo muchos conciertos a lo largo del año. Y ellos le exigen un gran esfuerzo de voz. ¿Cómo hace para mantener la excelencia?

–La voz siempre cambia, no se puede hacer nada para evitarlo. Sé que todos los días cambirá algo y que nunca será la misma. Por ello entreno para adaptarme con el fin de que esos cambios no se noten. Como cantante, trabajo para convertirme en un sirviente de mi voz y entreno de manera que incluso en los días en los que no me siento tan bien, el público pueda recibir lo que espera de mí. Se trata de entrenamiento y consistencia.

–¿Y cuál es el secreto?

–Honestamente, nunca lo revelaría (ríe)

–No nos lo revela, pero sí que nos podrá contar qué le inspira a la hora de cantar las historias

–Creo que la naturaleza es una gran fuente de inspiración. También el arte, la música y los sentimientos que tengamos. Es imposible cantar una historia si no cuentas con motivaciones

–Su vida es sinonimo de ópera, desde que empezó.

–Siempre me ha gustado y he disfrutado cantando ópera. Cuando pude recibir clases profesionales de canto aproveché la oportunidad. Nunca le he dedicado mucho tiempo a pensar en el futuro, desde que empecé me he centrado en el presente y en disfrutar de lo que he ido estudiando y aprendiendo de la música.

–Empezó joven. ¿Alguna vez se imaginó llegar hasta donde está hoy?

–Nunca, nunca había pensado ni sentido que podría llegar a ser una cantante profesional, sobre todo al principio. Cuando vivía en El Cairo no conocía muy de cerca de este mundo. Las clases privadas me ayudaron a preparar mi voz para acceder a una escuela de música. En Alemania no es sencillo ser aceptado en una escuela, pero lo hicieron, me preparé muy duro y ahora soy muy feliz.

–No es habitual encontrarse una soprano de Egipto

–No, no es muy común. Somos muy pocos los afortunados que viajamos cantando ópera por el mundo.