Expectación en Miñano Menor por sus pinturas rojas

Una de las intervenciones que más expectativas despierta es la de la ermita de San Vicente Mártir, en Miñano Menor. Se trata de averiguar el alcance de las pinturas rojas que aparecieron en 2018 accidentalmente tras el desprendimiento de la capa de cobertura del presbiterio. Según la web Patrimonio Abierto han quedado al descubierto unos dibujos que podrían estar datados en el siglo XIII. Se trata de líneas «verticales y simples horizontales y lo que parece una cruz (patada) rodeada de estrellas. En otro resto de la misma bóveda vemos también una estrella geométrica con una cruz en su interior». Por ahora, no hay certidumbres. La intervención consistirá en un estudio previo para «elaborar una metodología para una futura intervención de restauración. Se realizarán catas en la bóveda central, en la bóveda del tramo final y en los paños verticales del templo», ha señalado la diputada foral de Cultura, Ana del Val, desde cuyo departamento se financia la recuperación.

Este programa también incluye la recuperación del retablo lateral de san Isidro y santa María de la Cabeza de la ermita de san Vítor, promovido por la Junta Administrativa de Gauna, en Iruraiz-Gauna. El retablo esta datado en 1767. Su estado de conservación «es muy malo destacando un fuerte ataque de insectos xilófagos, levantamientos y perdidas de estratos de color y desencolado de molduras por la pérdida de adhesión de las colas originales», explicó del Val. La restauración costará casi 30.000 euros. Cuando se haya completado, el retablo volverá a la ermita, que está muy cerca de donde se cree que vivió el anacoreta a la que está dedicada y que también es patrón del Deportivo Alavés. Bajo el retablo en cuestión se guardan los huesos del santo, y entre ellos, el cráneo, que se custodia en un relicario de plata que se suele usar como copa para hacer pasar por él el agua para bendecir los campos.

El resto de las intervenciones recorrerá la geografía alavesa. Desde la restauración de las andas de los san Isidro y san Antón del siglo XVIII, en Zuia, que proceden del santuario de Nuestra Señora de Oro a la de la escultura de San Juan de Ortega en Navaridas, un santo-ingeniero que mejoró las vías de peregrinaje, pero cuya imagen está atacada por xilófagos.