Un espacio pedagógico y científico para destacar los tesoros de Álava
Los responsables del Museo de Ciencias Naturales de Álava llevan veinte años denunciando que la Torre de Doña Ochanda se les ha quedado pequeña. Desde ... entonces sobreviven al borde de colapso ahora mismo sólo pueden mostrar un 0,1% de sus 606.983 piezas en los apenas 200 metros cuadrados que permanecen abiertos al público. Las apreturas llegan hasta tal punto que algunas de sus colecciones, como la de botánica fanerogámica (las plantas con flores), se han tenido que guardar en otro edificio de titularidad foral.
Apenas queda espacio para almacenar más elementos y varias donaciones ni siquiera se han podido recibir. Y es que esta torre reconstruida y recreada a finales de los años 60 cuenta con tan sólo 16 metros cuadrados para exposiciones temporales, lo que ha impedido que la 'Green Capital' de 2012 haya albergado muestras de enorme interés.
Estas son algunos de los múltiples argumentos que respaldan la necesidad de buscar una nueva sede para este museo que, aun así, sigue siendo una referencia a nivel internacional por el ámbar de Peñacerrada y algunos restos fósiles que alberga. Además, muchos coleccionistas que residen fuera de Euskadi optan por dejar en herencia sus piezas a este centro por su enorme reputación en la materia. Todos estos aspectos pasan prácticamente inadvertidos para la gran mayoría de los ciudadanos en su actual ubicación en la calle Siervas de Jesús y eso que es un centro sin igual en la comunidad autónoma.
Por eso, el futuro museo que en estos momentos se estudia ubicar en Escoriaza-Esquível no quiere ceñirse a ser una exposición de minerales, taxidermias y minerales en vitrinas. Su objetivo es bastante más ambicioso y coge como referencia la experiencia de otras ciudades del mundo en donde los aspectos interactivos han logrado captar el interés de los visitantes, además de reforzar su aspecto pedagógico.
También se quiere destacar el trabajo científico que ahora se desarrolla en el centro que dirige Jesús Alonso. Así, se plantean potenciar los laboratorios del entomólogo Ibon de Olano, el briólogo Patxi Heras, la botánica Marta Infante, el paleontólogo Carmelo Corral o el gemólogo Rafael López del Valle, que son eminencias en sus respectivas disciplinas y que ahora tienen que aguantar las apreturas de Doña Ochanda.
Más que en Reino Unido
Los premios internacionales que han elevado a Vitoria al Olimpo 'green' no se han visto correspondidos con un museo que esté a su altura, por lo que el traslado que impulsan desde el Departamento de Cultura que dirige Ana del Val (PSE) se presenta impostergable. Y es que tal es la riqueza natural de Álava que, pese a que muchos no lo sepan, en sus 3.072 kilómetros cuadrados se han registrado más especies de flora que en los 242.495 de todo Reino Unido.
Al disponer de más superficie museística también subirá el número de visitantes, ya que en su ubicación habitual hubo que restringir las visitas de 25.000 a 15.000 anuales para cumplir con los parámetros de seguridad. Un nuevo centro que quiere aprovechar su singularidad y sus ricos fondos para convertirse en un polo de atracción para los amantes de la naturaleza.
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